2 oct (EFE).- El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, dijo hoy que espera que las elecciones en Venezuela sean una «fiesta democrática» pero que hay una campaña para dudar de sus resultados.
Entrevistado en Lima por el periodista Augusto Álvarez Rodrich en ATV+, y con respecto a las elecciones presidenciales en Venezuela, Correa dijo que confía en que sean «una fiesta democrática», donde el pueblo exprese libremente su voluntad.
En el caso de un triunfo del candidato opositor, Correa aseguró: «nos llevamos muy bien con un Gobierno de cualquier tendencia, y en la hipótesis de que gane el señor (Henrique) Capriles las relaciones seguirán en un excelente nivel».
Correa agregó que «las encuestas son claras (sobre una probable victoria de Hugo Chávez), no quiero inmiscuirme en asuntos internos de Venezuela, pero hay una campaña de manipulación para crear dudas sobre el resultado».
El presidente ecuatoriano dijo que Chávez representó el futuro cuando llegó al poder en Venezuela en 1999 porque estaba «él solo contra el mundo», al rechazar el neoliberalismo en la región.
«Creemos en el comercio», pero «somos escépticos del aperturismo irracional», dijo Correa al criticar los tratados de libre comercio firmados en el continente.
Correa declaró también que «lo más probable» es que él se convierta en el candidato a la reelección por su movimiento Alianza País en enero próximo para otro periodo que considera será el último en su vida política, antes de retirarse a vivir en Bélgica con su familia.
El presidente de Ecuador expresó alivio porque su país no tuvo que intervenir en la demanda que Perú planteó a Chile para definir sus límites marítimos en la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
Correa dijo que «es una buena noticia para América Latina que ese conflicto se trate de solucionar en instancias judiciales internacionales» y confió en que «se otorgue la razón a quien la tiene».
El mandatario ecuatoriano recordó que su país pudo delimitar su frontera marítima con Perú «sin haber tenido que interferir en este diferendo entre Perú y Chile, lo cual me hubiera dolido muchísimo».
El mandatario ecuatoriano resaltó que, en la actualidad, las relaciones bilaterales con Perú «deben estar en unos de los mejores momentos» porque son «fantásticas y fluidas», después de décadas de conflictos por la falta de delimitación en un tramo de la frontera que se solucionó en 1998.
En ese sentido, mencionó que a fines de este mes habrá una nueva sesión conjunta de gabinetes en la ciudad ecuatoriana de Cuenca para revisar proyectos bilaterales, como el de irrigación en las localidades de Puyango y Tumbes.
Consultado sobre la demanda de Bolivia a Chile para recuperar un acceso soberano al Pacífico, Correa dijo que «deben aplicarse los acuerdos de paz de inicios del siglo XX, que le dan acceso a Bolivia al mar».
Sobre el asilo otorgado a Julian Assange, Correa comentó que hay una falta de apertura y flexibilidad por parte de Suecia y Reino Unido en este momento para resolver su estancia en la embajada ecuatoriana en Londres.
«Jamás pretenderemos interferir en la justicia sueca, queremos garantizar los derechos humanos de Julian Assange. Por eso se pidió la garantía de que no fuera extraditado a un tercer país, básicamente a Estados Unidos, donde hay senadores que lo quieren juzgar con la ley antiterrorismo que implica pena de muerte, pero nunca hubo esa garantía», recordó.
Correa indicó que su Gobierno mantiene actualmente conversaciones con el Reino Unido para que Assange pueda abandonar su embajada con un salvoconducto.
La entrevista se realizó al término de la III Cumbre de países Suramericanos y Árabes que se realizó el lunes y martes en Lima. EFE