El exmayordomo del Papa, Paolo Gabriele, se declaró “inocente” de la acusación de robo de documentos del Pontífice, pero “culpable de haber traicionado la confianza puesta en él” por Benedicto XVI. No obstante, justificó su acción señalando que el Papa tenía que saber lo que ocurría en el Vaticano.