Llega un documental que apuesta por las historias que simplemente son dejadas de lado. Una producción que visibiliza al indígena de nuestro país.
Es muy cotidiano ver en las calles y en los mercados de la ciudad a decenas de indígenas cargando nuestros bultos, más cotidiano es aún que los llamemos ‘Manuel’ o ‘María’ generalizadamente.
Pero quizá sea esto solo la premisa de lo que realmente sucede en el país.
‘Tigua arte, migración y sueños de esperanzas’ es un documental de producción independiente, realizado por Óptimus, quienes apostaron por las historias que por comodidad o por ignorancia, simplemente decidimos dejar a un lado.
Linda Romero, una de las mentalizadoras de esta producción, afirma que el objetivo es fomentar el respeto hacia los migrantes indígenas, que se aventuran a llegar a las grandes ciudades para tener una mejor calidad de vida. Aquí plantea una contradicción dentro de esto, ya que si bien es cierto quienes migran buscan mejorar sus vidas, no lo logran precisamente. Es más, tienen que dejar a un lado lo que son, para intentar ser parte de una sociedad mestiza.
El documental tiene dos partes: la primera que se realizó con tres de los tricicleros de la Microempresa Asociativa Atahualpa, que es una de las primeras organizaciones dentro del Mercado Mayorista, en la ciudad de Quito; y la segunda que consistió en hacer las grabaciones en la comunidad de Tigua, provincia de Cotopaxi.
En esta comunidad se puede palpar el olvido y la necesidad de migrar, puesto que no cuentan con servicios básicos o escuelas para los niños; tanto así que de 180 habitantes que se registraban, ahora solo quedan 20. Incluso para realizar las grabaciones se dieron dificultades, ya que desde Zumbahua se tienen que caminar alrededor de tres horas para llegar.
Por lo tanto, según Linda, es importante dar a conocer estas historias, si se quiere conseguir un cambio en la sociedad es necesario mostrarla; entregar al público calidad pero también realidad.
Esta quizá sea una de las experiencias más enriquecedoras de un comunicador, tener la oportunidad de mostrar lo que muchos no ven.