En Francia la tasa de desocupación sobrepasa el 10% y si se cuenta el número de personas que han ejercido una actividad reducida, los franceses sin empleo ascienden a los 4,45 millones. Según Sapin, diario francés, esos tres millones de desocupados son el “resultado de una política”, que el Gobierno socialista encontró al llegar al poder, en mayo pasado.