El cáncer de mama es el tipo más común entre las mujeres. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta enfermedad ocasiona 450.000 muertes anuales. En Chile, sólo en 2009, 1.338 mujeres murieron a causa de este mal, según datos del Ministerio de Salud. Por eso, el estudio publicado ayer en Nature sobre el mapeo genético más completo de los tipos de cáncer de mama, fue recibido como una buena noticia entre los científicos, porque es el primer paso para mejorar los tratamientos de esta enfermedad y así disminuir el número de muertes.
El estudio llevado a cabo por el Instituto Nacional del Cáncer (NCI) y el Instituto Nacional de Investigación del Genoma Humano en Estados Unidos, y que forma parte del Atlas del Genoma del Cáncer, analizó los tumores en 825 pacientes, utilizando seis tecnologías diferentes para buscar defectos en el ADN, ARN y proteínas en los tumores.
A través de esto, lograron confirmar la existencia de cuatro subtipos de cáncer de mama causados por diferentes anomalías genéticas: HER-2 enriquecido, Luminal A, Luminal B y Basal. Cada uno con características propias en su formación. “Con esto damos un paso gigante hacia la comprensión de los orígenes genéticos de los cuatro principales subtipos de cáncer de mama”, dice a Science Daily Matthew Ellis, co-autor del estudio y jefe de Oncología Médica en la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington.
Uno de los descubrimientos más significativos de este estudio tiene que ver con el tipo de cáncer Basal o Triple negativo. Esta variación, que representa alrededor del 10% de los tipos de cáncer de mamas, es una de las más agresivas, porque crece más rápido y es de difícil detección. Los investigadores concluyeron que este subtipo, que ataca principalmente a las más jóvenes, es genéticamente más similar al cáncer de ovario que a otro tipo de cáncer de mamas. Específicamente, los tipos y frecuencias de mutaciones genéticas eran similares.
Para los investigadores, este descubrimiento no es menor. El cáncer de mama Triple Negativo no siempre tiene un tratamiento específico para curarlo. Según ellos, esta similitud molecular sirve para comparar los tratamientos de ambos tipos de cáncer. Este estudio es el primer paso para utilizarlo clinicamente.
“Ahora podemos investigar qué drogas funcionan mejor para los pacientes sobre la base de los perfiles genéticos de sus tumores. Para los tumores de mama de tipo basal está claro que son genéticamente más similares a los tumores ováricos que para otros cánceres de mama. Si pueden ser tratados de la misma manera, es una posibilidad que necesita ser explorada”, comenta Ellis. Si esto es posible, de acuerdo con los investigadores, los tumores podrían ser tratados tomando en cuenta los genes que se interrumpen y no la parte del cuerpo que atacan.
Un último hallazgo del estudio fue una quinta variación denominada Normal. Sin embargo, no pudieron estudiarla, ya que sólo se encontraron ocho casos.
FUENTE: LATERCERA