Sáb. Nov 23rd, 2024

El iPhone 5, que desde su lanzamiento en Estados Unidos superó todos los records en ventas, ahora despierta el entusiasmo de miles de consumidores en los nueve países donde este viernes aterriza el nuevo modelo de Apple. Analistas estiman que en los primeros días podrían venderse 10 millones de ejemplares. Solo para las primeras 24 horas Apple ya había prevendido dos millones de aparatos.
Australia fue el primer país a donde llegó el nuevo modelo de Apple después de Estados Unidos. «¡En cola para el primer iPhone en el mundo!», escribió Steve Wozniak, cofundador de Apple, en su cuenta de Twitter mientras hacía cola de madrugada en una tienda del fabricante de la manzana mordida en Brisbane, en la costa este del país. Se trata de una tradición cada vez que sale un nuevo modelo para el ingeniero estadounidense, quien colabora y sigue siendo accionista de la compañía que fundó junto con Steve Jobs y Ronald Wayne, a pesar de su distanciamiento desde 1987.
En Londres, desde hace días decenas de personas dormían mientras hacían fila a las afueras de las tiendas de Apple en el centro de Londres, a la espera de que este viernes se empezara a vender el nuevo iPhone. Minutos antes de la apertura, los trabajadores de la tienda de Regent Street comenzaron a aplaudir en el interior y a lanzarse consignas de ánimo antes de comenzar la cuenta atrás y recibir a los primeros compradores.
Los «applemaníacos» fueron subiendo las escaleras del recinto para llegar al mostrador donde esperaban los nuevos móviles, cuya venta ha quedado restringida a dos terminales por persona. Los primeros dueños del iPhone 5 se caracterizaron por su extravagante manera de vestir para acudir a la cita: recubierto completamente de lycra el primero en salir, y con camisetas con mensajes de denuncia los segundos. El iPhone 5 se vende en el Reino Unido desde 529 libras (661 euros o 861 dólares) en función de la capacidad del terminal.
En París, la apertura de una de las principales tiendas de Apple situada cerca de la Plaza de la Opera, abrió con normalidad pese a la huelga convocada por un sindicato, y a sus puertas se había formado una fila humana de más de 300 metros de longitud. Ante los primeros compradores del nuevo iPhone 5, cerca de medio centenar de manifestantes, la mayoría antiguos vendedores de productos Apple, despedidos en julio pasado, pedían su reintegración. «Apple, tus desempleados están en la calle», decían los vendedores despedidos. «Somos nosotros los que hemos implantado Apple en Francia», «Estamos aquí para reclamar un trabajo a Apple», eran algunos de los eslóganes de los manifestantes.
El nuevo iPhone, en medio de su éxito, se enfrenta a un mercado cada vez más competitivo. Apple se beneficia de la fidelidad de sus clientes, pero tiene dificultades para mantener el ritmo frente a Android, el sistema operativo de Google. El iPhone representaba en el segundo trimestre del año un 16,9% del mercado mundial, frente a 68% de los Android, liderados por Samsung, según datos de la firma de investigación IDC. «El fracaso de Apple en seguir trayendo novedades al mercado permite a sus competidores alcanzarlo y amenazar su plataforma iOS», considera Tony Costa, analista de Forrester. Costa añade que «por segundo año consecutivo, Apple presentó un iPhone con muchas mejoras, pero no deslumbrante».
El nuevo iPhone es más ligero que su predecesor, más fino, más potente y posee una batería más duradera y una pantalla más grande. Algunos analistas opinan, sin embargo, que Apple se está convirtiendo en víctima de su éxito y limita cambios importantes que podrían disgustar a sus seguidores. De hecho, le llovieron críticas por el cambio de formato en el enchufe que permite conectar el aparato a un ordenador, un cargador o un altavoz. «Apple está atrapado en un problema típico cuando se crea una plataforma tecnológica popular», explica Rob Enderle, experto en el sector: el fabricante «no la quiere cambiar demasiado por miedo a que los usuarios se vuelquen hacia la competencia». Para el analista, Apple fue «superado» en términos de tecnología móvil por el nuevo sistema operativo de Microsoft, y en términos de aparatos por sus rivales como el surcoreano Samsung, que propone pantallas más grandes y una mejor definición.
FUENTE: ELESPECTADOR.COM

Por vgongora