Vie. Nov 22nd, 2024

21 sep (EFE).- Una esfera exploradora que detecta gas metano, una especie de plato volador teledirigido, un humanoide con sentimientos y un «Wall-e» reciclado formaron parte del concurso de robótica libre que se celebró hoy en el Campus Party de la capital ecuatoriana.

Jugar «tres en raya» o robots que imitan movimientos y vehículos programados con secuencias lógicas también se presentaron en la sala de innovación del Campus, que acoge a 2.500 «campuseros», jóvenes sedientos de tecnología.

El mayor encuentro de tecnología en Ecuador, que se extenderá hasta el domingo, explotó esta jornada con la robótica, que puso en escena novedosos desarrollos innovadores de jóvenes que ven a la tecnología como la forma de vida del futuro.

Javier Villamagua, estudiante de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL) y que pertenece a la empresa Kradac, invitó a los asistentes a jugar una partida de puzzle «tres en raya» con su robot, un amasijo organizado de regletas de metal, plástico y alambres, al que no hay cómo ganarle, apenas se puede empatar.

Uno de los jugadores, humano, orgulloso advertía que la máquina no había podido ganarle, mientras su creador lo invitaba a la revancha, que no quiso.

Luego, en medio del salón del Centro de Convenciones «Mitad del Mundo», el gran complejo donde se desarrolla el Campus Party, una especie de plato volador, con cuatro rotores, empezó a elevarse ante el asombro de los curiosos. El objeto volador describía un trayecto perfecto y un aterrizaje suave y preciso.

Controlado a distancia por una «tablet», el aparato se suspendía a cualquier altura y luego giraba hacia el sitio de su creador. «¡Wow!, genial», atinó a decir una campusera que, feliz, describía al humanoide desarrollado por estudiantes de la Universidad Politécnica Nacional.

Era una cabeza robótica, recubierta de gel especial parecido a la piel, pintado y con bigotes, muy amable, pues responde con gentileza a preguntas básicas.

Sus respuestas dependen de las condiciones sonoras y de iluminación y puede mostrar alegría, susto o enojo, aunque nunca iras. Ideal, según su creador, César Astudillo, para un museo, aunque su costo podría convertirse en un límite.

Cerca de allí, un «Wall-e» criollo apareció en la pista, un robot «igualito» al de la película, pero reciclado, es decir, confeccionado con tablitas de madera, cartón, plástico y otros materiales que se pueden conseguir en los desechos.

Su lentitud y poca pintura lo delataron, aunque los campuseros no dudaron al momento de tomarse fotos con el gemelo del robot de la pantalla.

Luego, una pelota de plástico rodaba por el suelo y, de vez en cuando, se detenía… También confeccionado con muchas de sus partes de materiales reciclados, ese balón emite permanentemente información a un computador como los niveles de gas metano, distancias y el potencial hidrógeno del suelo.

Sus creadores, de la Universidad Politécnica Salesiana, los sacaron de una de sus inmersiones en internet, cuando buscaban información sobre proyectos de robótica de la Agencia Espacial de Estados Unidos (NASA).

Rin Castro y Fernando Jiménez piensan que su pelota podría servir en la industria agrícola, o de seguridad empresarial y hasta en el hogar, aunque por el momento aspiran a quedar entre las mejores invenciones libres del Campus Party Quito 2012. EFE

Por ccarrera