Los niños estadounidenses ingieren la misma cantidad de sal que los adultos, unos 1.000 miligramos en exceso; es decir, la misma cantidad que existe en sólo una Big Mac. La sal extra está relacionada con una mayor presión sanguínea, incluso en menores, pero una investigación del gobierno en Estados Unidos señala que quienes tienen sobrepeso y obesidad podrían ser los más vulnerables a sus efectos.
Los nuevos hallazgos realizados por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) se publicaron el lunes en la versión electrónica de la gaceta Pediatrics (Pediatría). Investigaciones previas han mostrado resultados similares en adultos, pero los estudios sobre la sal, peso y presión sanguínea son escasos en niños.
Los investigadores de los CDC analizaron los datos en 6.200 niños de entre 8 y 18 años que participaron en las encuestas nacionales de salud 2003-2008. A los menores se les pidió detallar dos veces durante varios días los alimentos que comieron el día anterior. Los investigadores calcularon la ingesta de sal a partir de sus respuestas.
En total, 15% tuvo presión sanguínea alta o ligeramente elevada llamada prehipertensión.
Aquellos que comieron más sal enfrentaron el doble de riesgo de tener presión sanguínea elevada, comparada con aquellos que comieron menos alimentos salados. Pero entre los niños obesos o con sobrepeso, el riesgo se triplicaba.
La ingesta diaria recomendada de sal o sodio para adultos y niños es de no más una cucharada al día, o unos 2.300 miligramos. En promedio, los niños del estudio ingerían 3.300 miligramos diariamente.
Quanhe Yang, investigador de los CDC, dijo que no está claro por qué los niños con mayor peso son más sensibles a la sal, pero se puede deber a cambios hormonales relacionados con la obesidad. Los resultados despiertan preocupación porque otros estudios han mostrado que un nivel elevado de presión sanguínea en la niñez, e incluso la prehipertensión, puede llevar a hipertensión cuando llegan a adultos y potencialmente padecer enfermedades cardiacas prematuras.
La prehipertensión y la presión arterial alta en personas menores de 17 años dependen de la edad, peso y género.
En aquellos mayores a 18 años, los niveles entre 120 sobre 80 y 140 sobre 90 son prehipertensión; mientras que 140 sobre 90 o mayor es presión arterial alta.
FUENTE: THE ASSOCIATED PRESS