15 sep (EFE).- Tras cuatro jornadas de campeonato, los equipos modestos han desaparecido de los primeros puestos de la liga inglesa, que lidera el Chelsea, seguido del Manchester United a un punto, y con el Arsenal y el Manchester City pisándoles los talones en el tercer y cuarto puesto, respectivamente, con dos puntos menos.
El Swansea del danés Michael Laudrup, que hasta ayer amenazaba el liderato de los «blues» desde el segundo puesto, se encalló ante el Aston Villa (2-0) y dio un paso atrás en la tabla, lo mismo que el West Bromwich y el West Ham, que se habían colocado entre los cinco primeros en las primeras tres jornadas.
El Chelsea logró mantener su liderato en la tabla a pesar de que no pudo pasar del empate a cero en el campo del Queens Park Rangers, mientras que el Manchester United avanzó posiciones al arrollar al Wigan del español Roberto Martínez (4-0) y el Arsenal deslumbró al Emirates Stadium, en Londres, con una goleada al Southampton (6-1).
El Manchester City, por su parte, decepcionó con un empate a uno ante el Stoke en un encuentro en el que finalmente no reapareció de su lesión en la rodilla derecha el argentino Sergio «Kun» Agüero, a pesar de que esta semana volvió a entrenar junto al grupo.
Por su parte, el Liverpool, que ha salido de la zona de descenso con su segundo punto de la temporada, evitó la derrota ante el Sunderland con un gol a veinte minutos del final del uruguayo Luis Suárez (1-1).
En el encuentro sin goles de los «blues», el protagonista de la jornada fue el defensa inglés John Terry, que se reencontró con su compatriota Anton Ferdinand, a quien dirigió insultos racistas la pasada temporada.
A pesar de que un tribunal ordinario de justicia absolvió a Terry de un delito de alteración del orden público con agravante racial, Ferdinand mostró que está lejos de perdonar al excapitán de Inglaterra, a quien se negó a tender la mano al inicio del encuentro de esta tarde.
En Loftus Road, en Londres, el español Fernando Torres volvió a encargarse del ataque «blue», pero echó en falta en el centro del campo, sirviéndole balones, a su compatriota Juan Mata, a quien el técnico Roberto Di Matteo dio descanso a pocos días del comienzo de la Liga de Campeones.
También con la vista puesta en la Liga de Campeones, el entrenador del City, el italiano Roberto Mancini, dejó al español David Silva en el banquillo, erróneamente confiado en que el modesto Stoke sucumbiría ante la calidad técnica de una delantera formara por el italiano Mario Balotelli y el argentino Carlos Tévez.
El ataque «citizen», que el martes se medirá en el Bernabéu a la defensa madridista, no supo rematar un duelo que el español Javi García igualó con un gol de cabeza, después de que el inglés Peter Crouch hubiera adelantado a los locales al cuarto de hora de juego.
El resultado sí se decantó con claridad del lado de uno de los dos equipos en el Emirates Stadium, donde Arsène Wenger dio la primera gran alegría a sus aficionados este año con una lección de fútbol durante el primer tiempo y un marcador con que aleja cualquier duda sobre los «gunners» antes de su visita europea a Montepellier.
El español Santi Cazorla y el alemán Lukas Podolski volvieron a brillar en un Arsenal que contó, además, con la fortuna de cara, y vio cómo los visitantes marcaban hasta en dos ocasiones en propia meta.
No necesitó ayuda alguna el Manchester United para ningunear al Wigan en Old Trafford, en un encuentro en que el incombustible Paul Scholes, a sus 37 años, abrió un marcador al que también contribuyó el mexicano Javier Hernández «Chicharito» con otro tanto.
Scholes, que a principios de 2012 se calzó de nuevo las botas tras haber anunciado su retirada del fútbol, celebró esta tarde su encuentro número 700 con al camiseta de los «diablos rojos». EFE