Vie. Nov 22nd, 2024

Libia — El embajador de EEUU en Libia, Christopher Stevens, murió en el ataque contra el consulado en Bengasi llevado a cabo el martes por la noche por hombres armados que protestaban contra una película anti-islamista, según fuentes libias y norteamericanas.
La muerte del embajador, confirmada este miércoles por el presidente de EEUU, Barack Obama, se produjo el día del 11º aniversario de los ataques del 11 de septiembre de 2001. Ocurrió además en vísperas de que en Libia el Congreso General Nacional (CGN), la más elevada autoridad política del país, eligiese este miércoles al jefe del gobierno cuya principal tarea será poner en marcha un ejército y una policía profesionales.
El embajador Christopher Stevens y tres funcionarios estadounidenses murieron en el ataque al consulado en Bengasi, declaró a la AFP el viceministro del Interior, Wanis al Sharef. El viceprimer ministro libio, Mustafa Abu Shagur denunció por su parte «actos de barbarie».
En protesta contra una película que consideraban insultante para el islam, los manifestantes armados atacaron el martes por la noche el consulado y dispararon cohetes contra el edificio, indicaron fuentes de seguridad libias, que en un primer momento informaron de un norteamericano muerto y otro herido.
Testigos indicaron a la AFP que los manifestantes arrancaron la bandera estadounidense y prendieron fuego al consulado y que se produjeron enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y hombres armados.
Uno de los testigos dijo que había salafistas entre los asaltantes y habló de pillaje y vandalismo. Sorprendidos por la violencia del ataque, miembros de los servicios de seguridad libios, que vigilaban el consulado, abandonaron el lugar, afirmó otra fuente de seguridad en Bengasi. La película provocó también una protesta ante la embajada estadounidense en El Cairo, durante la cual los manifestantes sustituyeron la bandera de Estados Unidos por un estandarte islámico.
Según el diario The Wall Strett Journal, la película, titulada «Innocence of Muslims» («La inocencia de los musulmanes»), fue realizada por el israelo-estadounidense Sam Bacile. Tras la manifestación en El Cairo, declaró al diario: «el islam es un cáncer». Antes del anuncio de la muerte del embajador estadounidense en Libia, la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, dio cuenta de la muerte de un agente del Departamento de Estado.
«Algunos intentaron justificar este brutal comportamiento, presentándolo como una respuesta a elementos incendiarios difundidos por internet», indicó. «Estados Unidos lamenta toda voluntad deliberada de denigrar las creencias religiosas ajenas. Nuestro compromiso con la tolerancia religiosa se remonta a los mismos orígenes de nuestra nación», añadió Clinton.
El CGN expresó en un comunicado, antes de conocerse la muerte del embajador norteamericano, su «indignación» y «su condena en los términos más enérgicos» del ataque «criminal». El CGN ha anunciado la apertura de «una investigación inmediata». Los miembros del gobierno y la presidencia del Congreso están reunidos desde el martes por la noche para estudiar la respuesta que deben dar a este ataque, según una fuente gubernamental.
Estaba previsto que el jefe del gobierno, Abdelrahim al Kib, y el presidente del CGN, Mohamed al Megaryef, ofrecieran una rueda de prensa a las 13H00, hora local (11H00 GMT). Bengasi, la segunda ciudad libia, bastión de la revuelta anti Gadafi, vive en los últimos meses una ola de violencia que incluyen ataques contra occidentales y el asesinato de oficiales del ejército y de los servicios de seguridad.
Las autoridades libias, desbordadas ya por el aumento de la violencia y por la proliferación de las armas tras la caída del régimen de Muamar Gadafi, en octubre de 2011, se enfrentan en las últimas semanas a un creciente poderío del movimiento salafista.
Los ataques en Libia y en Egipto tuvieron repercusiones en la campaña electoral en Estados Unidos, donde el candidato republicano a la presidencia, Mitt Romney, acusó al presidente, Barack Obama, de simpatía por los extremistas musulmanes.
FUENTE: Por Ibrahim al Majbari (AFP)

Por vgongora