10 sep (EFE).- El presidente de EE.UU., Barack Obama, espera una solución «rápida» a la huelga de maestros iniciada hoy en la red de escuelas públicas de Chicago, una de las mayores del país, mientras el aspirante presidencial republicano, Mitt Romney, acusó al mandatario de estar del lado de los sindicatos en el conflicto.
La principal preocupación de Obama «son los alumnos y las familias afectadas por la situación», explicó en una rueda de prensa el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.
La huelga, promovida por los 25.000 miembros del Sindicato de Maestros de Chicago y la primera en 25 años, ha dejado a más de 400.000 estudiantes sin clases por una disputa sobre el seguro de salud, la evaluación de los docentes y la seguridad del empleo.
«Esperamos que ambas partes sean capaces de resolver esto rápidamente», indicó Carney.
En un comunicado, Romney acusó hoy a Obama de posicionarse al lado de los sindicatos en este conflicto.
Según Romney, que dijo estar del lado «de los padres y los estudiantes», a través de su vicepresidente, Joe Biden, Obama expresó el año pasado al Sindicato de Maestros su «afecto» y «compromiso» con ellos.
Obama «no ha expresado ninguna opinión ni evaluación» sobre la huelga, respondió Carney.
Se trata de un tema incómodo para la Casa Blanca, ya que enfrenta al actual alcalde de Chicago y exjefe de gabinete de Obama, Rahm Emanuel, con los sindicatos, uno de los mayores apoyos del presidente, que buscará la reelección el 6 de noviembre.
La última huelga de maestros en Chicago ocurrió en 1987 y duró 19 días, y antes de eso las huelgas de docentes eran relativamente comunes en la ciudad, con ocho entre 1969 y 1987 y disputas cada dos años sobre sueldos y condiciones de trabajo.
Chicago es el tercer distrito educativo más importante de EE.UU. La huelga afecta a 144 escuelas públicas de la ciudad, pero no a las 118 escuelas públicas autónomas. EFE