En medio de los Alpes franceses y a plena luz del día, el miércoles por la tarde un ciclista británico encontró el cuerpo liquidado de otro ciclista con quien minutos antes se había topado en la carretera.
No muy lejos, el británico encontró a una niña gravemente herida postrada en el piso y un carro en el que tres personas estaban aparentemente muertas, y llamó a la policía.
Se trataba del homicidio de una familia británica de origen iraquí a la que le dispararon a quemarropa en la cabeza cuando recorría los Alpes.
La familia había llegado desde el Reino Unido el lunes en una casa rodante a la zona de camping de Le Solitaire du Lac, en la región de Haute-Savoie al sudeste de Francia.
El padre, identificado por la policía francesa como Saad al-Hilli, de 50 años de edad, su esposa y su suegra fueron encontrados muertos dentro del carro. Zainab, la hija mayor, de siete años de edad, fue encontrada viva con un tiro en el hombro y golpes en el cuerpo afuera del coche. Al ciclista asesinado, de origen francés, aparentemente lo mataron por haber sido testigo de los hechos.
A eso de la media noche, después de ocho horas de haberse reportado el crimen, el equipo forense entró al coche a investigar los cuerpos de cerca y apareció viva y entre los cuerpos una niña de cuatro años edad: Zeena.
Zainab está en estado de coma en un hospital. Su hermana menor, Zeena, aunque físicamente ilesa, fue encontrada «en estado de shock y completamente congelada», dijo el fiscal del caso.
El viernes la gran mayoría de la prensa británica y francesa abrió con la tragedia. La policía de ambos países investiga en este momento. ¿Qué teorías tienen de lo que pasó? ¿Qué pasará con Zeena, la niña de cuatro años que estuvo durante ocho horas debajo de los cuerpos muertos de sus padres?
‘Disputa familiar’
La policía aseguró que existe la posibilidad de que la causa del crimen tenga que ver con una disputa familiar por dinero.
El área de camping en el que estaba de vacaciones la familia se llama Le Solitaire du Lac, cerca del lago Annecy, en la región Haute-Savoie, al sudeste de Francia.
El fiscal, Eric Maillaud, le dijo a la agencia AFP que se puede tratar de una pelea entre hermanos y unas tierras que recibieron de sus ancestros en España y Suiza, cuya repartición pudo no haber sido de la satisfacción de todos.
«El hermano tendrá que ser cuestionado a profundidad», dijo Maillaud. «Cada pista será meticulosamente seguida».
«No voy a decir que el asesino fue un profesional; lo que sí diré es que fue tremendamente salvaje. Y que ciertamente se trata de alguien que quería matar», dijo.
«Se usó una pistola automática y el asesino apuntó a las víctimas directa e indiscriminadamente en lugar de disparar en el coche».
Hilli, que es ingeniero y creció en el Reino Unido, salió de Irak con sus padres en la década de 1970 porque su padre era perseguido por el partido de Sadam Hussein.
Para disipar rumores de que la tragedia estuviera de alguna manera relacionada con el trabajo de Hilli, uno de sus vecinos y amigos le precisó al diario The Telegraph que el ingeniero trabajaba con dos firmas, y una de ellas era una compañía aeroespacial en una base independiente del Surrey Satellite Technology, en Guildford, al sur de Londres.
El trauma para Zeena
Mientras Zainab, la hermana mayor, continúa en coma, su hermana Zeena pasa las noches en un hospital con enfermeras acompañándola. Aunque la policía ya ha hablado con ella, no se han dado más detalles.
Según Emma Citron, una psicóloga especializada en trauma en los niños, Zeena, que estaba «congelada» y en shock cuando la encontraron, pudo haber «experimentado una reacción de estrés agudo como producto del shock que produce el trauma».
La familia reside en Surrey, Reino Unido, donde la policía ahora custodia su casa.
Como le dijo Citron a la BBC, la reacción que produce más seguridad es apagarse.
Recuerdos recurrentes, revivir el incidente en su mente como una película, insomnio y orinarse en la cama son algunos de los síntomas observados en niños que sufren de trastorno de estrés postraumático.
Los policías que acordonaron la escena del crimen tenían órdenes de no tocar los cuerpos dentro del coche antes de que llegara el equipo forense, que fue enviado desde París teniendo en cuenta la gravedad del crimen.
En un principio, la policía no sabía que había dos niñas, sino solo una, hasta que se estableció el vínculo con el camping.
«Los bomberos, técnicos y médicos miraron el coche a través de los agujeros en las ventanas pero ninguno de ellos vio a la niña», dijo un policía local.
Un helicóptero con termografía, una tecnología que permite ver el calor de los cuerpos, tampoco logró detectar a Zeena, quien, según Citron, «tendrá que recibir años y años de tratamientos psiquiátricos».
FUENTE: BBC Noticias