Demi Lovato luce doce tatuajes en su cuerpo y lamenta haber incurrido en el arte de utilizar su anatomía como lienzo, motivo por el que consideró la opción de quitárselos con láser, algo que, sin embargo, ha decidido posponer un tiempo.
“He estado pensando sobre eso desde hace tiempo porque cuando sea mayor no sé si querré tener mi dedo corazón tatuado. Ahora soy joven y puedo ser seguidora de la estética rock. Ya me preocuparé de ello luego”, explicó.
Demi no solo ha hablado de ese tatuaje, pues tampoco le gusta el que tiene en su muñeca, que representa los labios de una amiga. “Fue una decisión estúpida”, aclaró el ídolo juvenil.