4 sep (EFE).- La economía informal, el subempleo y la inflación han deteriorado el nivel de ingresos de unos 31 millones de mexicanos, por lo que al cierre de este año habrá más de 60 millones de mexicanos en pobreza de ingresos, dijo hoy a Efe el especialista José Luis de la Cruz.
«Al final del presente año es altamente probable que México reporte a más de 60 millones de personas en situación de pobreza por ingresos», dijo el director del Centro de Investigación en Economía y Negocios del Tecnológico de Monterrey, Campus Estado de México.
De la Cruz afirmó que aunque a nivel macroeconómico las cifras son positivas, la situación en el mercado laboral es precaria debido a que el crecimiento no ha repercutido en una reducción de las condiciones de pobreza.
El especialista recordó que hasta 2010 el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) medía la pobreza por ingresos en tres niveles: la patrimonial, que abarcaba a 57,7 millones de personas, incluyendo a quienes estaban en pobreza extrema (alimentaria), con 21,2 millones, y la de capacidades, con 30 millones.
Según el Coneval, la pobreza alimentaria se mide por la incapacidad del ingreso para adquirir productos básicos (canasta básica); la de capacidades incluye también la incapacidad para cubrir necesidades de salud y educación, y en la patrimonial el ingreso no alcanza para el gasto de vestido vivienda y transporte.
De la Cruz indicó que de 2006 a 2010, unos 12,2 millones de personas se sumaron a las estadísticas de la pobreza por ingresos, y que en los dos últimos años se han incorporado otros 2,5 millones, por lo que el total de pobres por ingresos rebasará los 60 millones.
Agregó que las cifras de extrema pobreza (pobreza alimentaria) crecieron un 44,2 % entre 2006 y 2010, y es uno de los sectores más afectados por los altos niveles de inflación en los precios de la canasta básica el último año.
Precisó que a julio de este año se habían registrado aumentos de dos dígitos, entre ellos el de 16,6 % en maíz, 11,4 % en arroz, 16,2 % en carne de res, 19,3 % en huevo, 26 % en tomate y 56 % en fríjol.
«Esto significa que más personas no pueden adquirir una canasta alimentaria básica con el ingreso generado por el trabajo que desempeñan», afirmó el especialista.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), al cierre del segundo trimestre de este año la Población Económicamente Activa (PEA) se ubicó en 50,9 millones de personas, de las cuales 48,4 millones estaban ocupadas y 2,5 millones en el desempleo abierto.
Del total de los trabajadores ocupados, 6,6 millones están en la agricultura, ganadería y pesca; 11,3 millones en la industria y 30,2 millones en los servicios, mientras que 0,7 % no precisaron su actividad.
De todos los trabajadores 32 millones son asalariados o remunerados en diversas formas, 11 millones trabajan por su cuenta, 3,1 millones trabajan sin remuneración fija, y sólo 2,3 millones son propietarios de empresas con trabajadores a su cargo.
Asimismo, de este total, los trabajadores subocupados sumaron 4,3 millones, mientras que 14,2 millones trabajan en la economía informal, principalmente en actividades independientes.
Del total de la población ocupada solamente 16,9 millones tienen acceso a prestaciones sociales, entre estas instituciones de salud, y de ellos 16,7 millones cuentan con un contrato por escrito.
«La situación del mercado laboral es precaria; hay 31 millones de mexicanos en situación precaria, 15 millones que no tienen contrato, unos 11 millones que trabajan por su cuenta, entre ellos quienes trabajan en la venta callejera», explicó De la Cruz.
Agregó que entre 10 y 15 millones de trabajadores que perciben entre 3 y 4 salarios mínimos se encuentran en una condición precaria y apenas rebasan las líneas de pobreza, pero ante cualquier problema económico, una recesión u otros problemas del país, podrían engrosar las cifras de pobres.
Afirmó que el problema es que México no es un país pobre, sino un país de pobres, en el que existe una inequitativa distribución de la riqueza, la existencia de monopolios y oligopolios, y una política económica sin objetivo social. EFE