La Policía paquistaní detuvo a un clérigo musulmán que presuntamente manipuló una prueba presentada en el caso contra una niña cristiana acusada de profanar el Corán, dijo el domingo un policía encargado de investigar el caso, el hecho más reciente de un escándalo religioso que ha puesto en primera plana las draconianas leyes de Pakistán contra la blasfemia.
El caso contra la niña cristiana acusada de quemar páginas del Corán desató una polémica aguda en el país y en el extranjero, en gran parte debido a su edad e interrogantes sobre su estado mental.
Causó además un éxodo de centenares de cristianos, quienes abandonaron el barrio en el que vivía la menor, temerosos de las represalias de sus vecinos musulmanes indignados con la presunta profanación del Corán.
El clérigo, Khalid Chishti, fue detenido el sábado por la noche, tras descubrirse presuntamente que colocó páginas del Corán en una bolsa de hacer compras que contenía papeles quemados y cenizas y que había sido usada por la niña cristiana, dijo Munir Jaffery, un agente encargado de investigar el caso. La bolsa fue presentada entonces como prueba a la Policía.
Jaffery dijo que un miembro de la mezquita en la que trabaja el clérigo declaró el sábado que el imán había colocado la prueba falsa en la bolsa. Según la Policía, el miembro de la mezquita sostuvo que Chishti le dijo que estaba a punto de deshacerse de los cristianos.
La declaración del hombre apareció más de dos semanas después de que la niña fue detenida, planteando interrogantes de por qué no acudió antes.
La niña fue acusada posteriormente de profanar el Corán, delito que en Pakistán es castigado con reclusión perpetua.
FUENTE: Terra