2 sep (EFE).- El ministro de Energía y Minería de Venezuela, Rafael Ramírez, dijo hoy que el Gobierno no descarta ninguna hipótesis en las investigaciones sobre la explosión del día 25 en la refinería Amuay, que dejó 42 muertos, pero apuntó que «no hay manera» de que se hubiera podido obviar su mantenimiento.
«Nosotros no podemos descartar ninguna hipótesis, nosotros estamos trabajando en base a que necesitamos se esclarezca bien el origen de esta situación», dijo Ramírez en una entrevista con el exvicepresidente y periodista José Vicente Rangel, por el canal privado Televen.
«Sin embargo, hay cosas que están descartadas de plan», señaló.
Entre ellas, dijo, la versión que dieron algunos vecinos de la zona afectada y de la que se hicieron eco medios locales sobre un supuesto escape de gas de varios días.
«Eso es una mentira absoluta. No es posible que esto suceda con todos los mecanismos de detección que tenemos en la refinería», aseguró el también presidente de la estatal Petróleos de Venezuela.
Sobre la hipótesis de que la explosión fue por negligencia, Ramírez señaló: «no hay manera de que nosotros obviemos el mantenimiento en instalaciones tan complejas como esta».
«Porque nosotros, además, estamos sujetos a toda una estructura de seguros, re-seguros, a un funcionamiento que se inserta en un conjunto de normativas internacionales que nos niega la posibilidad absoluta de nosotros obviar el mantenimiento», añadió.
Recordó, en este sentido, que entre 2007 y 2012, PDVSA ha invertido 6.000 millones de dólares en el mantenimiento de sus refinerías y, solo en julio de este año, 4.325 millones en el Centro Refinador Paraguaná (CRP), en el noroeste del país y donde se encuentra Amuay.
«No queremos evadir ninguna responsabilidad pero, sin lugar a dudas, que no podemos ser ingenuos y aquí tenemos que investigar todo», manifestó el ministro al ser preguntado por Rangel sobre un eventual saboteo.
Ramírez destacó, en este sentido, que la industria petrolera «está sujeta a amenazas y ha sido atacada permanentemente», al aludir el paro petrolero que afectó el país entre diciembre de 2002 y enero de 2003.
«Se ha convertido en un objetivo de los enemigos no de nuestro presidente, en enemigos del país, un objetivo de guerra», subrayó.
El presidente de PDVSA dijo que el Gobierno está «claro que de cara a las elecciones del 7 de octubre aquí lo que se está planteando es la disputa del poder».
Y consideró que la oposición, con su candidato presidencial, Henrique Capriles, al frente, está «con esas matrices de crear miedo, de crear zozobra, de crear una situación de angustia de cara, por supuesto, a las elecciones y tratan de cabalgar para obtener beneficios políticos de una situación que ha sido un evento catastrófico como Amuay».
El pasado día 25, una fuga de gas, según las primeras hipótesis, se convirtió en la espoleta para una explosión que dejó en llamas nueve depósitos de combustible en el patio de tanques de Amuay, una de las mayores refinerías del mundo, dejando un saldo oficial de 42 muertos, ocho desaparecidos y más de un centenar de heridos.
Desde el pasado 31 de agosto, la refinería está reactivando sus unidades de producción, la mayoría de las cuales tuvieron que ser paradas por la explosión y posterior incendio, esperando poner este fin de semana en funcionamiento cerca del 40 % de capacidad de refinación de Amuay, que procesa 645.000 barriles diarios de crudo.
La Fiscalía General Venezolana ya inició una investigación junto al Cuerpo Técnico de Investigaciones Penales y Criminalísticas (CICPC), la policía de inteligencia Sebin y técnicos de PDVSA para esclarecer los hechos. EFE