30 ago (EFE).- El periodista ecuatoriano Emilio Palacio, condenado en su país por injurias al presidente Rafael Correa, anunció hoy que Estados Unidos le concedió asilo político y calificó la decisión a su favor como un «firme respaldo» a la libertad de expresión en Ecuador.
«Tenemos el honor de informar que el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EE.UU. (USCIS, por su sigla en inglés) ha otorgado el asilo político a mi cliente, el señor Emilio Palacio», dijo la abogada del periodista, Sandra Grossman, en una conferencia de prensa.
Palacio, excolumnista del diario El Universo, expresó agradecimiento a Estados Unidos y destacó que «la concesión de asilo tiene fecha del 17 de agosto, un día después de que el Gobierno ecuatoriano de Rafael Correa concediese el asilo a Julian Assange», el fundador de Wikileaks.
Su defensora agregó que se trató de un «caso emblemático de persecución» que «hubiera sido aprobado, si existiera o no el señor Assange».
El abogado de Palacio en Ecuador, Jorge Alvear Macias, dijo que el USCIS «resolvió en forma justa» y la decisión permite a «Emilio vivir en libertad, en una sociedad democrática que respeta los valores de la tolerancia y de la participación ciudadana».
Palacio presentó su solicitud de asilo tras afrontar junto con los directivos del diario, los hermanos César, Carlos y Nicolás Pérez, una condena de tres años de cárcel y el pago de una indemnización de 40 millones de dólares en su país, luego de una querella interpuesta por Correa.
La petición se presentó basada en «persecución política y por ser miembro de un grupo de periodistas independientes y críticos del Gobierno».
«La decisión del Gobierno de EE.UU. de concederme el asilo por supuesto que me favorece y yo agradezco. Pero, sobre todo debe ser interpretado como un firme respaldo a la libertad de expresión en Ecuador. Así lo tomarán los periodistas y el pueblo en Ecuador», dijo el periodista.
Denunció que en Ecuador existe «la peor forma de persecución a la libertad de prensa que se llama la autocensura, cuando el periodista por temor se calla» y debido a ello lo que sucede en la nación andina «no se puede leer en la prensa.
«Por esta cadena de autocensura que va desde el reportero hasta el director del medio que tiene miedo de acabar en un juicio como el que tuvo El Universo», añadió.
A ello se suma lo que llamó la «última iniciativa» de Correa de «presentar cada sábado la foto de un periodista, incluso reporteros que salen a la calle, para decir véanlo, reconózcanlo, identifiquenlo».
Grossman resaltó que la aprobación del asilo «refleja el claro reconocimiento del Gobierno de EE.UU. de que el señor Palacio ha sido víctima de persecución de parte del Gobierno de Ecuador y de su presidente Rafael Correa».
Enfatizó que aunque Correa «eventualmente perdonó» a Palacio y a los directivos del diario, «el daño fue hecho. La pena impuesta al señor Palacio es una permanente amenaza para mi cliente y otros periodistas, para que limiten sus expresiones a riesgo de enfrentar sanciones civiles y penales de gran envergadura».
«Agradecemos al Gobierno de EE.UU. por su postura firme al lado de aquellos que defienden la libertad de expresión. Hacemos un llamado a todos los Estados en el hemisferio a defender estos valores y a no permitir que personas como el señor Palacio sean perseguidas por sus ideas», subrayó.
La abogada apuntó que desde que Correa asumió el poder en 2007, su cliente y muchos otros periodistas en la nación andina «han sido víctimas de constantes insultos públicos, de quejas criminales presentadas contra ellos por parte del Gobierno, del cierre de medios y de la imposición de líneas editoriales oficiales».
Ecuador, afirmó Grossman, es uno de los pocos países en el hemisferio occidental que aún criminalizan «expresiones ofensivas para los funcionarios públicos» mediante leyes de desacato.
Ese marco legal, agregó, fue utilizado por el mandatario ecuatoriano en marzo de 2011 para interponer «un juicio criminal contra el señor Palacio, los directivos y accionistas principales del diario El Universo en Ecuador».
Palacio y los directivos del diario fueron condenados por una columna publicada en febrero de 2011.
El periodista afirmaba en esa columna que el mandatario había ordenado abrir «fuego a discreción» contra un hospital lleno de civiles durante una sublevación policial el 30 de septiembre de 2010.
Correa, al intentar sofocar la protesta, acudió al foco de la manifestación, pero tuvo que permanecer por más de nueve horas en un hospital policial aledaño, del que fue rescatado en la noche tras una operación militar en medio de un intenso tiroteo en el que murieron tres personas. EFE