29 ago (EFE).- El Grupo Televisa aseguró que ninguno de los 18 acusados de lavado de dinero y crimen organizado en Nicaragua que se hacían pasar por periodistas «ha trabajado» en la empresa y también se desligó de los vehículos que les fueron confiscados, según un comunicado emitido en las últimas horas.
El grupo de medios de comunicación indicó que ya realizó «un deslinde formal» ante la Fiscalía de México de la supuesta filiación con Televisa de los detenidos y que ese documento ya está en trámite para que «sea conocido por las autoridades nicaragüenses».
exicanos fueron detenidos el pasado 20 de agosto en Nicaragua con 9,2 millones de dólares y rastros de cocaína en los billetes en un puesto de seguridad cerca de la frontera con Honduras, cuando se hacían pasar por periodistas de Televisa.
La compañía sostiene que «de oficializarse la información en el sentido de que los detenidos falsificaron documentos para hacerse pasar por empleados de la empresa y/o falsearon información de los vehículos, se presentarán las denuncias correspondientes».
«La empresa ha cooperado, desde el momento en que se suscitaron los hechos, con las autoridades mexicanas en las investigaciones que vienen realizando», agrega la nota.
El pasado 25 de agosto un juez admitió la acusación presentada contra los detenidos por la Fiscalía nicaragüense por los delitos de lavado de dinero y crimen organizado, y decretó prisión preventiva.
Según la acusación de la Fiscalía, los imputados entraron en Nicaragua a bordo de seis unidades móviles de televisión equipadas y con los logotipos de Televisa, procedentes de México y con destino a Costa Rica.
El grupo era liderado por Raquel Alatorre Correa y también estaba integrado por Cecilio López Gutiérrez, quien al parecer es policía municipal de la ciudad mexicana de Durango, según las autoridades.
Las autoridades nicaragüenses no descartan que los detenidos estén involucrados con una red internacional de narcotráfico supuestamente vinculada con el asesinato del artista argentino Facundo Cabral, ocurrido en Guatemala en 2011. EFE