La Agencia Antidopaje de Estados Unidos (USADA) decidió este viernes suspender de por vida a la estrella del ciclismo estadiunidense Lance Armstrong y despojarlo de todos los títulos que logró desde el 1 de agosto de 1998, entre ellos sus siete camisetas amarillas del Tour de Francia.
La USADA dio a conocer la noticia en un comunicado hecho público luego de que Armstrong decidiera no comparecer ante una comisión de arbitraje para responder a la acusaciones de dopaje.
«Nadie gana cuando un atleta decide hacer trampas con actividades peligrosas que implican el uso de drogas para mejorar y los atletas que están limpios a todos los niveles esperan de nosotros que persigamos la verdad en su nombre para asegurar que la cultura de ganar a toda costa no supera a la competición justa y honesta», señaló el director ejecutivo de la USADA, Travis Tygart.
Horas más temprano la Agencia Mundial Antidopaje había indicado que Armstrong debía perder los siete títulos del Tour de Francia.
«Caza de brujas»
Armstrong anunció en un comunicado que dejaba la lucha para que se retiraran los cargos de dopaje que pesan en su contra, al no presentarse al arbitraje para responder a ellos.
«Llega un momento en la vida de cualquier hombre en el que tiene que decir ya es suficiente. Para mí ese tiempo ya ha llegado», sostiene el deportista en un comunicado en el que insiste en su inocencia y carga contra la «caza de brujas inconstitucional» a la que considera ha sido sometido en los últimos diez años.
Tygart ya había anticipado la retirada de los siete títulos que consiguió en Francia de forma consecutiva entre 1999 y 2005 por su supuesto uso de esteroides y otras sustancias prohibidas.
«Es un día triste para quienes amamos el deporte y a los deportistas. Este es un ejemplo de un triunfo a cualquier precio y demuestra que quien engaña para ganar nunca tiene éxito, al final el tramposo siempre es descubierto», agregó Tygart.
Armstrong, quien cumple 41 años el próximo mes, se retiró tras ganar su séptimo Tour, aunque volvió a competir entre 2009 y 2011. La USADA alega que el ciclista se ha dopado desde 1996.
La lucha contra la agencia
El lunes Armstrong no había podido lograr que un tribunal en Texas bloqueara la investigación de la agencia antidopaje.
Él se defiende argumentando que en los más de 600 controles antidopaje que se le realizaron en su carrera nunca dio positivo. Sin embargo, sí dio positivo de un corticosteroides prohibido en el Tour de Francia de 1999, que terminaría ganando.
«Estoy decepcionado. Me hubiera gustado ver toda la historia revelada con un árbitro independiente, un panel independiente, que miren la evidente y tomen una decisión. Esto no va a suceder en virtud del fallo del señor Armstrong para refutar las muy graves acusaciones. Eso para mí es un reconocimiento de que hay sustancia en esos cargos»
John Faley, presidente de la Agencia Mundial Antidopaje
Además, el texano considera que la USADA actuó más allá de su mandato y la acusa de haber ofrecido «incentivos corruptos» a otros ciclistas para declarar en su contra. La agencia ha dicho que diez antiguos compañeros de Armstrong estaban dispuestos a testificar en su contra.
Y también asegura que tiene en su poder muestras de sangre del ciclista de 2009 y 2010 que son consistentes con el dopaje.
El organismo que gobierna el ciclismo mundial, la Unión Ciclista Internacional (UCI), había apoyado al texano en su intento de desafiar la competencia de la USADA, pero hasta ahora no ha hecho ningún comentario. No se descarta que la UCI apele la suspensión de Armstrong frente al Tribunal de Arbitraje Deportivo.
«La UCI está obligada a reconocer nuestra decisión e imponerla como uno de los firmantes del Código Mundial Antidopaje que es», señaló Tygart, presidente de la institución cuasi-gubernamental que en junio acusó formalmente de dopaje a Armstrong.
Por su parte, el presidente de la Agencia Mundial Antidopaje (WADA, por sus siglas en inglés), John Faley, le dijo a la BBC que la decisión de Armstrong de retirarse del proceso reivindica la posición de la agencia.
«Estoy decepcionado. Me hubiera gustado ver toda la historia revelada con un árbitro independiente, un panel independiente, que miren la evidente y tomen una decisión. Esto no va a suceder en virtud del fallo del señor Armstrong para refutar las muy graves acusaciones. Eso para mí es un reconocimiento de que hay sustancia en esos cargos», afirmó.
De acuerdo a los reglamentos de la WADA, Armstrong no sólo debe perder sus títulos del Tour, sino también la medalla de bronce que consiguió en los Juegos Olímpicos de Sidney 2000 y todos los títulos y el dinero ganados desde agosto de 1998.
«No tiene derecho»
La decisión de retirarle los siete Tours no le ha tomado por sorpresa al ciclista que en su comunicado dice que esa organización no tiene derecho a quitarle sus títulos y que tanto él como sus compañeros y rivales saben quién ganó sobre la bicicleta.
Como comenta el colaborador de BBC Mundo Raúl Fain Binda, Armstrong es «un personaje que trasciende el ámbito deportivo y es considerado por muchos un símbolo de integridad y valentía ante la adversidad, debido a la forma en que se sobrepuso a un cáncer testicular» y que tiene poder e influencia popular.
Quizás por eso, el ciclista ha decidido «pasar página» y ha asegurado que no va «a abordar esta cuestión bajo ninguna circunstancia».
Su objetivo de aquí en adelante es dedicarse al trabajo que comenzó «incluso antes de ganar un solo título de Francia: al servicio de las personas y familias afectadas por el cáncer y especialmente los de las comunidades marginadas».