Emelec arruinó el fin de año del ‘Rey de Copas’, dejándolo fuera del repechaje de la Copa Libertadores de América 2010 y salvando paralelamente un año complicado, en el que registra la mejor suma de puntos en el compendio global del 2009. Los eléctricos derrotaron (1-0) a los universitarios con tanto de Joao Rojas.
Es un contrasentido, que no se atina a explicar, como el equipo de mejor rendimiento de la temporada, termina arañando con angustia, un cupo para jugar el repechaje, que es la fase preclasificatoria del máximo evento sudamericano de clubes.
Si uno quiere hurgar la razón de este disparate, es preciso apuntar al desquiciado sistema que rigió en el torneo 2009. La dirigencia del fútbol, guiada erróneamente por la FEF, no termina de encontrar una mecánica adecuada para propiciar un torneo justo y atractivo.
La serie de inventos, que sólo pueden caber en las mentes calenturientas y frágiles de cierto sector de la dirigencia, sumieron al evento en un marco de agotamiento y de frágil consistencia para obtener los réditos financieros, que debe vertir, sobre todo en la liguilla, que fue estructurada para matar la efervescencia y la pasión de las hinchadas. Dirán que es una exageración, que nos ataca el gusano de la malintención para apuntar sin anestesia al núcleo directriz, que en mi criterio es la única esfera que no alcanzó la mayoría de edad y los pantalones largos, en esta etapa de halagadora superación de nuestro balompié en el plano internacional.
Hay que sacar de ese cajón de frutas podridas, a la plana directiva de Liga y a otras contadas excepciones, como la de Nasib Nehme, Santiago Ribadeneira, Mario Canessa y contados apellidos más, que son las cabezas pensantes que mantienen vivo a este balompié, que tiene en su comando mayor a personas interesadas en favorecer a cualquier precio sus intereses personales, sin meditar en el profundo perjuicio, que provocan a los clubes, convertidos en cómplices de la autodestrucción de sus propias finanzas.
Es una buena noticia, que Emelec regrese a la Copa. Es una mala noticia que Liga, en el año más brillante de su vida institucional, se quede al margen del evento. Anotando sus propios errores, es el cantinflesco sistema del torneo 2009, el que abonó para dejarlo como espectador, después de cumplir una aceptable campaña, que la timidez de Fossati también ayudó a depositar en el tacho de basura.
Es hora de encontrarle la vuelta al método del campeonato. Los ejemplos están a la vista. Es preciso dar un medio giro y mirar hacia Argentina para encontrar un buen ejemplo. Lo saben perfectamente en la FEF, ente repleto de astucia, componendas y cálculos. Se hacen los distraídos, porque a través de las supuestas prebendas reglamentarias y de los incontables viajes gratuitos, construyen el nicho de votos, que los mantiene en el poder a pesar de los visibles fracasos. Es una obligación irrenunciable encontrar el camino, para que no siga imperando la injusticia y el caos. Por: Raúl Cruz Molina