Vie. Nov 22nd, 2024

Neurocientíficos del Centro Médico de la Universidad de Rochester (EE.UU.) han descubierto un sistema de drenaje por el que el cerebro elimina los desechos, según un estudio publicado hoy en Science Translational Medicine, que esperan que tenga aplicación en la investigación del Alzheimer y el Parkinson.
El sistema actúa como si fueran tuberías que aprovechan los vasos sanguíneos del cerebro y parece hacer la misma función en el cerebro que el sistema linfático en el resto del cuerpo: drenar productos de desecho.
El autor principal del artículo y codirector del Centro de Neuromedicina de la Universidad de Rochester, Maiken Nedergaard señaló que «la limpieza de residuos es de vital importancia para todos los órganos y desde hace mucho tiempo tenemos preguntas sobre cómo se deshace el cerebro de sus residuos.
«Este trabajo demuestra que el cerebro se está limpiando de una manera más organizada y en una escala mucho más grande de lo que se había creído con anterioridad», dijo Nedergaard que expresó su deseo de que este hallazgo sirva para tratar enfermedades cerebrales.
«Tenemos la esperanza de que estos resultados tengan implicaciones para muchas condiciones que afectan al cerebro, como lesiones cerebrales por traumatismo, la enfermedad de Alzheimer, derrames cerebrales y la enfermedad de Parkinson», agregó.
El equipo de Nedergaard ha denominado al nuevo sistema «el sistema glinfático», ya que actúa de manera similar al sistema linfático, pero está gestionado por las células del cerebro conocidas como células gliales.
El equipo hizo el descubrimiento en ratones, cuyos cerebros son muy similares al cerebro humano.
Los científicos han sabido que el líquido cefalorraquídeo tiene un papel importante en la limpieza del tejido cerebral, encargado de llevar los productos de desecho y los nutrientes al tejido cerebral a través de un proceso conocido como difusión.
El sistema recientemente descubierto circula por todos los rincones del cerebro de manera más eficiente, a través de lo que los científicos llaman el flujo global.
«Es como si el cerebro tuviera dos recogedores de basura – uno lento que conocíamos y uno rápido que acabamos de conocer», dijo Nedergaard
«Dada la alta tasa de metabolismo en el cerebro y su gran sensibilidad, no es de extrañar que sus mecanismos para deshacerse de los residuos sean más especializados y amplia que se creía», agregó. EFE

Por vgongora