El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, pidió al presidente de EE.UU., Barack Obama, que «haga lo correcto» y se comprometa a que no será perseguido en ese país por las filtraciones del portal, al comparecer en el balcón de la embajada de Ecuador en Londres.
Desde su refugio, Assange acusó a la Policía británica de haber intentado entrar el pasado miércoles en la legación. «Escuché a un equipo de policías que entró a través de la salida de emergencia, pero sabían que iba a haber testigos», aseguró, y añadió que gracias a la presencia de la prensa «el mundo estaba mirando».