Los loros se cuentan entre las especies más longevas del orden las aves. Las cacatúas y los loros amazónicos pueden llegar a los 75 años, y a veces más.
La razón es que tienen muy pocos depredadores, y por lo general viven en colonias, así que sus oportunidades de encontrar comida son mayores.
Los animales que son perseguidos por muchos depredadores sólo pueden esperar escapar de ellos por unos pocos años. Así que evolucionan para reproducirse tan pronto como sea posible, y en grandes números.
Esto consume muchos recursos metabólicos de los adultos, que enfrentan mayores posibilidades de morir poco después de tener cría.
Además, las mutaciones genéticas que podrían causar enfermedades en etapas posteriores de la vida no tienen efecto sobre la selección natural, porque estos individuos ya se han reproducido.
En la ausencia de depredadores, la selección natural «limpia» la mayoría de esas mutaciones de la base genética de los loros, los que les garantiza una larga vida.