El tifón «Kai-Tak», el decimotercero que azota China en lo que va de año, ha dejado dos muertos a su paso por la provincia sureña china de Guangxi, donde también hay dos desaparecidos y 530.000 personas han tenido que ser realojadas.
El Ministerio de Asuntos Civiles y la Comisión para la Reducción del Desastre Nacional informaron hoy de que el segundo fallecimiento -el primero se registró ayer, sábado- también ha tenido lugar en la maltrecha provincia, una de las más perjudicadas por el «Kai-Tak».
Entre Guangxi y Cantón (sureste, por la que pasó antes el tifón) estas fuentes registraron alrededor de 4.200 casas destrozadas y otras 17.300 dañadas.
En total, casi 2 millones de personas se han visto ya afectadas por el tifón, que también obligó la cancelación o el retraso de decenas de vuelos el pasado viernes, así como la suspensión del servicio en 16 trenes de alta velocidad entre Sanya y Haikou (isla sureña de Hainan).
Las autoridades chinas estimaron que el tifón se desplazará desde Guangxi al sur de la provincia de Yunnan próximamente, antes de perder fuerza y convertirse en tormenta tropical.
Por el momento el «Kai-Tak» es menos potente que el tifón «Haikui» que azotó el este de China la semana pasada, por lo que las autoridades de las zonas afectadas están en alerta naranja.
Con todo, se espera que el fenómeno llegue a generar también fuertes lluvias en provincias más al norte del país, como Qinghai, Gansu, Shaanxi, Shanxi y Hebei.
La Administración Meteorológica ha pedido a los gobiernos locales que estén alerta ante posibles inundaciones y corrimientos de tierra en zonas montañosas, donde recomienda estar preparados para la posible necesidad de evacuar a la población.
Entretanto, las autoridades marítimas han llamado a puerto a todos los barcos de la región y se han reforzado las instalaciones portuarias.
China ha enviado tres equipos de coordinación de tareas de control de inundaciones a Cantón, Guangxi y Hainan.
Solo en agosto otros tres tifones han azotado ya el gigante asiático, entre «Saola», «Damrey» y «Haikui», que han dejado al menos 51 muertos y 21 desaparecidos, según el recuento del Ministerio de Asuntos Civiles. EFE