17 ago (EFE).- El Gobierno de Ecuador aspira a recibir apoyo internacional ante lo que considera una «amenaza» del Reino Unido por el caso del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, quien pese al asilo concedido por el país andino no puede abandonar la embajada en Londres por la falta de un salvoconducto.
El pasado miércoles, el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, dijo que recibió un comunicado británico en el que se amenazaba con irrumpir en la Embajada ecuatoriana para localizar y arrestar a Assange, para luego extraditarlo a Suecia, donde le imputan cargos por supuestos delitos sexuales que él niega.
Los países miembros de la Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América (ALBA) expresaron ya su «más profundo rechazo a las amenazas» contra la «integridad de la embajada» y «contra el derecho soberano que tiene Ecuador de administrar su política de asilo».
El secretario ejecutivo del ALBA, el venezolano Rodolfo Sanz, aseguró hoy a Efe que Ecuador no requiere ninguna solidaridad por la concesión del asilo pues ha ejercido un derecho.
«La solidaridad es frente a la actitud agresiva del Gobierno del Reino Unido», dijo el secretario de la ALBA, cuyos cancilleres se reunirán mañana en la ciudad costera de Guayaquil para ahondar en el análisis de la situación planteada.
La ALBA está integrada por Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua, Venezuela, San Vicente y las Granadinas, Dominica y Antigua y Barbuda, algunos de los cuales pertenecen además a la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), cuyo consejo de cancilleres también se reunirá en Guayaquil el domingo.
«Esta reunión ha sido solicitada por Ecuador, en forma urgente, a raíz de los acontecimientos de pública notoriedad», señala un comunicado de prensa de la Unasur integrada por Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Guayana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela.
La cita de la Unasur contará también con la presencia del secretario general del grupo, el venezolano Alí Rodríguez.
Hasta el momento se conoce que en la cita participarán el canciller uruguayo, Luis Almagro, y su colega de Bolivia, David Choquehuanca.
De su lado, la Organización de Estados Americanos convocó hoy mismo a los cancilleres de América para el 24 de agosto en Washington con el objetivo de estudiar la crisis entre Ecuador y el Reino Unido.
Dicha cita se centrará en la «situación entre el Ecuador y el Reino Unido concerniente a la inviolabilidad de los locales diplomáticos del Ecuador en el Reino Unido, al amparo del derecho internacional», según el texto final de la resolución de la sesión extraordinaria de la OEA en Washington.
El observador permanente de Reino Unido ante la OEA, Philip Barton, se defendió de las «acusaciones de que Reino Unido estaba a punto de entrar por la fuerza en la embajada de Ecuador», al considerar que «no tienen ningún fundamento», y aseguró que la nota enviada por ese país a la misión ecuatoriana fue «tomada fuera de contexto».
Pero los legisladores ecuatorianos creen que se debe ir más lejos y han pedido al Ejecutivo que solicite una reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para evitar que Reino Unido use la fuerza y entre sin autorización en la Embajada ecuatoriana en Londres.
El órgano legislativo rechazó esta madrugada la «amenaza» del Reino Unido y convocó a los ecuatorianos a unirse en torno a la defensa de la soberanía nacional.
Hoy, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, indicó que en el comunicado enviado por el Gobierno del Reino Unido hacen «la amenaza, ni siquiera velada, explícita, por escrito, de que podían incursionar en nuestra Embajada de acuerdo a sus leyes internas».
«Creo que ahí se equivocaron del medio a la mitad. No saben con qué Gobierno, con qué pueblo están tratando», dijo Correa, quien afirmó que antes de otorgar el asilo a Assange su Gobierno ya sabía que el Reino Unido no iba a concederle el salvoconducto y que por tanto corría el riesgo de quedarse «indefinidamente» en la embajada. EFE