16 ago (EFE).- El embajador británico en Chile, Jon Benjamin, acusó hoy a Ecuador de «sobrerreaccionar» a declaraciones británicas en las que supuestamente se amenazaba con entrar a la embajada ecuatoriana para detener y extraditar a Julian Assange a Suecia, que lo reclama por agresión sexual y violación.
La reacción del diplomático fue difundida este jueves en Santiago tras el anuncio de Ecuador de que concederá asilo al fundador de WikiLeaks, quien permanece refugiado en su embajada en Londres desde el pasado 19 de junio, y la negativa del Gobierno británico a conceder un salvoconducto a Assange.
«No es efectivo que amenazáramos con invadir la embajada ecuatoriana en Londres, fue una interpretación completamente equivocada y una obvia sobrerreacción anoche», subrayó el diplomático.
Benjamin aludía a la denuncia del ministro de Relaciones Exteriores de Ecuador, Ricardo Patiño, quien aseguró en la víspera que la legación recibió una amenaza expresa y por escrito de «asaltar la embajada de Ecuador en Londres para arrestar a Julian Assange«.
Sin embargo, Benjamin advirtió «que es obligación legal de su país detener a Assange y que la decisión de Ecuador le causó a Reino Unido una gran decepción».
«La presencia del señor Assange en la embajada ecuatoriana en Londres es incompatible con las obligaciones de Ecuador en el marco de la convención de Viena sobre relaciones diplomáticas», aseguró el diplomático británico.
En tanto, el embajador de Ecuador en Chile, Francisco Borja, manifestó su rechazo ante la supuesta amenaza del Reino Unido de poder arrestar dentro de la propia embajada ecuatoriana en Londres al fundador de WikiLeaks.
«Rechazamos la amenaza. Y si llegase a producirse, hay tribunales internacionales, sería una larga batalla jurídica internacional que se prevé que se dé de todas maneras, porque el tema está allí, Assange no puede salir a la calle», señaló el diplomático en declaraciones a Televisión Nacional.
Borja justificó la decisión de su país ya que «es una larga tradición de Ecuador la de dar asilo. Entiendo que no le quedó otra alternativa al Gobierno, al Presidente y al Canciller ante los indicios de que este caballero iba a ser perseguido políticamente». EFE