La reconstrucción de las torres del tendido eléctrico que han sido dinamitadas por las FARC en el departamento de Nariño fue suspendida tras la muerte de dos trabajadores y un indígena en un campo minado de esta guerrilla, dijeron hoy los responsables regionales del sector.
La decisión la adoptó la empresa Centrales Eléctricas de Nariño (Cedenar, pública) y fue conocida en coincidencia con nuevos ataques rebeldes a torres de la misma línea de interconexión que lleva luz al puerto de Tumaco, sin electricidad desde el pasado día 10.
Un portavoz de la Gobernación de Nariño dijo a Efe desde Pasto, la capital departamental, que los sabotajes fueron cometidos con explosivos que derribaron una torre y dejaron inclinadas dos más.
Las infraestructuras afectadas están situadas en Cajapí, paraje rural boscoso de Tumaco, puerto sobre las costas suroccidentales del océano Pacífico, cercano a la frontera con Ecuador y con cerca de 170.000 habitantes.
La fuente indicó que las fuerzas de seguridad atribuyeron los sabotajes a la Columna Móvil «Daniel Aldana» de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), reducto que dejó sin electricidad a Tumaco hace siete días, con el derribo de dos torres, dentro de una escalada que afectó otras zonas del suroeste del país.
Las tareas de reparación de estas infraestructuras iban a ser emprendidas el miércoles por técnicos y trabajadores de Cedenar que se internaron en el área de los sabotajes una vez que tropas del Ejército aseguraron el terreno.
Sin embargo, un accidente con una mina antipersonal atribuida a las FARC causó la muerte, el mismo día, de dos obreros de la empresa y de un indígena que les servía de guía por Inda Sabaleta, también en la zona boscosa de Tumaco.
En unas declaraciones difundidas por su servicio de prensa en Pasto, el gobernador de Nariño, Raúl Delgado Guerrero, denunció que con estas muertes subió a cinco el número de víctimas fatales recientes por minas en la misma zona y a seis el de heridos.
Dos indígenas, dos civiles y un soldado han muerto por la activación accidental de minas, según indicó Delgado, quien condenó el uso de estos artefactos y las acciones terroristas.
«Son actos que no tienen justificación alguna», expresó el gobernador, y apuntó que «violan los más elementales principios de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario».
Los hechos del miércoles llevaron al gerente general de Cedenar, Raúl Ortiz Muñoz, a ordenar la suspensión de los trabajos de recuperación del tendido eléctrico a Tumaco como única vía para proteger la vida e integridad de trabajadores y lugareños.
Las tareas «solo se retomarán cuando se cuente con toda la seguridad necesaria», advirtió Ortiz en un comunicado público tras declararse con sus colaboradores indignado y desolado por estas muertes.
Las FARC, en actividad desde 1964, cuentan con unos 8.500 combatientes, según cifras oficiales. EFE