Jue. Nov 21st, 2024

Una nueva ola de atentados dejó este jueves al menos 20 muertos y unos cien heridos en unos quince ataques en diez localidades de Irak, informaron fuentes médicas y de seguridad. Unas cien personas resultaron heridas en estos atentados ocurridos a unos días del fin del periodo de ayuno de Ramadán, generalmente caracterizado por un aumento de la violencia.

Extremistas consideran que este mes sagrado de los musulmanes es propicio para realizar una «guerra santa«.

Los atentados se registraron en diez localidades diferentes, a unos días de la fiesta del Eid al Fitr que celebra el fin del Ramadán, mes sagrado para los musulmanes, tradicionalmente marcado en Irak por un recrudecimiento de la violencia.

Los dos ataques más mortíferos tuvieron lugar en el barrio de Huseiniya, en el norte de Bagdad, y en la ciudad de Dakik, en el norte de la capital. En Huseiniya, la explosión de un coche bomba mató a seis personas y dejó 26 heridos, según un responsable del ministerio del Interior y una fuente médica. En Taji, al norte de Bagdad, otro coche bomba dejó siete heridos, según las mismas fuentes.

En Dakuk, en la provincia de Kirkuk, un kamikaze mató a seis policías y dejó 25 heridos al activar su bomba en un complejo del departamento antiterrorismo, según Sarhard Qader, general de policía de la provincia.

En la ciudad multiétnica de Kirkuk (norte), cuatro coches bomba explotaron en 45 minutos, causando un muerto y 20 heridos, entre ellos muchos miembros de las fuerzas del orden, según un responsable de la policía y el doctor Karim Wali del principal hospital de la ciudad.

En Al Garma, cerca del antiguo bastión insurgente de Faluya, cuatro policías murieron y otros tres resultaron heridos en un tiroteo en un puesto de control, según el oficial de policía Anas Mahmud y el doctor Omar Dali del Hospital general de Faluya.

Otras tres personas murieron en ataques en Tuz Khurmatu, Kirkuk y Dibis. El miércoles, 13 personas murieron en atentados en Irak.Estos nuevos ataques elevan a 165 la cifra de muertos de forma violenta en Irak, según un recuento basado en balances de fuentes médicas y de la seguridad.

Aunque los ataques han disminuido considerablemente respecto a 2006-2007, siguen siendo frecuentes en Irak. En julio, se cobraron la vida de 325 personas, según las autoridades. Fue el mes más sangriento desde agosto de 2010.