11 ago (EFE).- Más de 20.000 jóvenes acudieron hoy al parque del cerro Itchimbía, en el centro de la capital ecuatoriana, para derrochar su energía en la segunda jornada del festival de rock independiente «QuitoFest«.
Edgar Castellanos, unos de los organizadores del festival, indicó a Efe que esta es la décima edición del «QuitoFest» y que en esta oportunidad actuarán bandas de Francia, Brasil y Colombia, así como más de una veintena de grupos ecuatorianos.
En total son treinta las bandas que se presentarán en los tres días de conciertos, que concluye mañana, domingo, y que según Castellanos, ha congregado a un promedio de 20.000 personas en cada jornada.
El festival «ha sido todo un éxito», tanto por la calidad de los grupos como por la actitud del público que ha llegado al Itchimbía para «disfrutar de buena música», comentó el organizador.
Entre las bandas que se presentan como «plato fuerte» del festival se incluyen al grupo catalán Obrint Pas, los mexicanos de Kinky, el francés «The Walking Dead Orchestra», Doctor Krápula de Colombia y la brasileña Torture Squad.
También el popular cantante ecuatoriano Jaime Guevara y los grupos nacionales Rockola Bacalao, Sudakaya, Muscaria, Bion Borg y Resistencia, entre otros.
Este festival, dijo Castellanos, «es el resultado del desarrollo de la música ecuatoriana de hace veinte años para acá», marcada por «una efervescencia de grupos que necesitan ser difundidos en buenas condiciones».
Ello garantiza la continuidad en el tiempo del festival que ya forma parte habitual de los espectáculos de la capital ecuatoriana en esta época del año.
«Todavía hay mucho por hacer» para mejorar la presentación del festival, dijo Castellanos y comentó que en el proceso se han recogido experiencias de festivales latinoamericanos similares, sobre todo en Panamá y Colombia.
Dijo que existe incluso la posibilidad de crear una «red de festivales» en América Latina, cuya característica sea el «aprovechar el espacio público».
Por eso el «QuitoFest» se desarrolla en el mirador del cerro Itchimbía, un parque municipal de 57 hectáreas, donde también se encuentra el «Palacio de cristal», un centro de convenciones y museo.
El sonido, las luces y, en general, la infraestructura utilizada es «de primer nivel», con el objetivo de que el «QuitoFest» sea un sitio de reunión de la «música independiente, mencionó Castellanos.
«Es una manera de unir a la gente, más que un negocio», añadió, al recordar que el festival es gratuito y auspiciado por el Ministerio del Interior, el Municipio de Quito y algunas empresas privadas.
Lo importante, dijo Castellanos, es que «la gente se siente dueña del festival» y que disfrute de un buen espectáculo. EFE