El delantero Luis Miguel Macías parece un tipo duro, serio y formal. Sin embargo, ‘Cocacho’, como le dicen sus fanáticos es una persona amiguera, hogareña y amante del fútbol. Quiere triunfar en su nuevo equipo, Barcelona.
Su paso por Liga de Portoviejo lo ayudó a cumplir un sueño que tenía desde pequeño: vestir la camiseta del Barcelona, equipo que lo tendrá en sus filas por cinco años.
SE DECIDIÓ POR EL ÍDOLO
El atacante de 24 años, al que le entregaron la camiseta ‘7’, como había solicitado, indicó que tuvo varias ofertas de clubes quiteños, pero, “más pudo el sentimiento”.
“Vengo a un grande, a destacar para llegar a la selección nacional. Quiero el bienestar de mi esposa e hijos. Haré mi mayor esfuerzo para realizar las cosas bien en Barcelona”, afirmó el jugador que ya se entrena al mando del técnico argentino Juan Manuel Llop.
Macías que nació el 1 de abril de 1985 en la ciudad de Portoviejo, se inició a los 15 años en las divisiones menores de la ‘U’ manabita. Estuvo en Delfín y Cañita Sport, retornando en el 2007 a la ‘Capira’ donde se mantuvo hasta el presente torneo.
El ‘Cocachito’ se encuentra tranquilo, porque resolvió los rumores que andaban rondando de que podría quedar fuera del equipo amarillo, ya que los directivos no habían pagado el 50% de su pase.
LA VUELTA OLÍMPICA
Anhela que en Barcelona se lo recuerde a futuro, como uno de los jugadores que logró conseguir la estrella 14.
“Quiero conseguir un título, ya que hace 12 años que no se consigue uno. Vengo hacer historia”, dijo el atacante.
No le asusta las críticas de la hinchada torera. Al contrario, Macías considera como una gran estímulo. “Me alegra y motiva, ya que voy a realizar una buena campaña para ganarme el cariño de la hinchada”. Tiene el mismo anhelo de todo futbolista, salir a jugar al exterior, por eso se ha comprometido interiormente para realizar una campaña acertada.
EL APOYO FAMILIAR
Su máximo apoyo es su familia, principalmente su madre, Verónica Espinoza, quien vive desde hace 10 años en España, pero eso no ha sido impedimento para mantener una buena relación. Sus dos hermanos, Héctor y Doris, que viven en el país tambien han sido puntales para alentar su carrera.
Macías, quien luce en su antebrazo izquierdo el tatuaje de un tigre, indicó que está ‘listo’ para soportar la presión que implica jugar en Barcelona y espera que la prensa no hable de su vida personal, sino de las ‘buenas cosas’ que hará en la cancha. “Gritarán mis goles” precisó. Cuando jugaba en Portoviejo, el delantero adquirió fama de problemático y de indisciplinado, etapa que quiere borrar de la mente de los fanáticos y directivos de su nuevo club. (DKO)