“Último día del despotismo, primero de lo mismo” se gritaba por las calles, tras la declaración de ‘libertad’ de los criollos quiteños.
Es verdad que estas empresas libertarias nos hinchan el pecho, al decir que fuimos uno de las primeras naciones en emanciparse del yugo español, pero no fue necesariamente una libertad.
Pues caímos en manos de tiranos como Juan José Flores quien oprimió a las clases más vulnerables y sobre todo que no le interesaba gobernar un país, sino llenarse los bolsillos. El despotismo que hemos vivido durante siglos, (quizá bajo nuestra propia aprobación) demuestra que no hemos sido libres. Aunque la libertad se halla desde uno mismo, despojándose de las taras mentales y culturales y sobre todo con la búsqueda de una identidad propia.