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6 ago (EFE).- La medalla de bronce acabó por recompensar el esfuerzo olímpico de Juan Martín del Potro, restablecido del varapalo de la semifinal, en la última oportunidad de la lucha por ascender al podio, donde superó al serbio Novak Djokovic por 7-5 y 6-4

Del Potro consoló las secuelas de las pena que padeció ante Roger Federer, en un partido épico que huyó por detalles, con un triunfo histórico para el tenis argentino. El tenista de Tandil, consiguió la primera medalla para su país en un torneo individual masculino en toda la trayectoria olímpica.

Es la cuarta de Argentina en la historia de los Juegos. Del Potro abre una senda nueva. Pero amplía la cosecha de su país inaugurada por Gabriela Sabatini en Seúl 1988, continuada por el dobles formado por Javier Frana junto a Christián Miniussi en dobles masculino en Barcelona 92 y estancado desde Atenas 2004, cuando Paola Suárez y Patricia Taravini obtuvieron el bronce.

Además del bronce Del Potro ha evidenciado que de nuevo está ahí. Para codearse con los mejores. Al nivel del 2009, cuando conquistó el Abierto de Estados Unidos, su mayor logro como profesional.

El tenista de Tandil ha terminado por ver la luz al final del túnel por el que padeció tras aquél éxito y que meses después le llevó hasta el quirófano, para sanar la muñeca dolorida, que le tuvo al margen de la competición durante casi un año.

Desde los sótanos del ránking de donde ha emergido, ha sacado la cabeza de nuevo en la parte estelar del escenario del tenis profesional. Situado ya entre los diez primeros del ránking, el argentino vuelve a discutir con los mejores. Tuteó a Roger Federer, al que tuvo contra las cuerdas en un choque memorable. Definido en detalles. Batió en Wimbledon al incuestionable Novak Djokovic.

Afrontó Del Potro el choque con Djokovic con las estadísticas en contra. Cuatro triunfos para el balcánico, bronce en Pekín 2008, y uno solo para el sudamericano. El más reciente, en la eliminatoria de Copa Davis del pasado curso entre Serbia y Argentina.

Sin éxito alguno sobre hierba, Del Potro, ganador este año en Estoril y Marsella y finalista en Rotterdam, ha encontrado una nueva situación en la que plantar cara. En la de codearse con especialistas. En la de alentar tiempos mejores.

Del Potro se aferró a su saque en la lucha contra Djokovic. No perdió su arma, que le sacó de más de un apuro cuando el serbio buscó su reacción. Había aprendido la lección el argentino de la lucha contra Federer.

El tenista argentino rompió el saque del serbio en el undécimo juego del primer set. Justo a tiempo. Con 6-5 y el saque de su lado. Para cerrar el set. Intentó la reacción el número dos del mundo pero Del Potro salió airoso de cada contratiempo. Se hizo pronto con un servicio de su rival. El tercero, y puso viento en popa al éxito. Le sirvió para cerrar el partido. EFE

Por ccarrera