Al menos una persona ha muerto a causa del ébola en Kampala, capital de Uganda, donde las autoridades sanitarias aseguran que se ha propagado el brote detectado recientemente en el oeste del país,Kibale, que ya ha matado al menos a 14 personas e infectado a una veintena.
El presidente ugandés, Yoweri Museveni, anunció ayer en un comunicado que 20 trabajadores sanitarios -7 médicos y 13 enfermeros- han sido puestos en cuarentena, ya que comenzaron a tratar a los enfermos antes de saber que padecían ébola, por lo que no usaron las medidas preventivas adecuadas.
Varios equipos de la Organización Mundial de la Salud y de Centro de Control de Enfermedades han sido desplegados en Uganda para tratar de contener la expansión del brote.
El ébola es una fiebre hemorrágica que mata a un gran porcentaje de infectados, que actúa con rapidez y se contagia con facilidad por el contacto.
Desde principios de este siglo, el actual es el cuarto brote de la enfermedad confirmado en Uganda, de los que el más grave fue en 2000, cuando murieron 170 personas, incluido un doctor que se contagió por atender a sus pacientes.