Después de que naciera su hija, Jessica Simpson se comprometió con el sistema de pérdida de peso Wight Watchers a recuperar su figura, por la no despreciable cantidad de 4 millones de dólares.
Al parecer, los problemas de Jessica Simpson para bajar de peso hicieron que la compañía le extendiera el plazo para bajar esos kilitos de más.
De acuerdo con la revista USWeekly, Simpson está intentando por todos lo medios lograr el objetivo que se fijó y para ello recurre a la ayuda de las personas cercanas a ella. Como es tan difícil lograr realizar una dieta, la intérprete ha decidido que las personas que la rodean también lleven la misma dieta, para que con ello logre superar su difícil reto.
Simpson al parecer tiene un grave problema con la comida chatarra. ¡No puede dejar de comerla!..