Vie. Nov 22nd, 2024

22 jul (EFE).- Los aliados del gobierno de la canciller alemana, Angela Merkel, retomaron hoy la presión sobre Grecia, al afirmar que un eventual abandono de la zona euro «ya no causa espanto», entre rumores asimismo en medios alemanes de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) abandonará a su suerte al país heleno.

Para el ministro de Economía, el líder liberal Philipp Rösler,la hipótesis de un abandono de Grecia de la zona euro «ya no es improbable» y, además, tal posibilidad ha dejado de «causar espanto».

«Para mi, un abandono de Grecia del euro dejó hace tiempo de dar miedo», apuntó el ministro, en declaraciones a la cadena de televisión pública ARD, para añadir que, mientras España y Portugal «van por el buen camino» con las reformas emprendidas, no cuenta con que Atenas pueda cumplir los compromisos adquiridos, por lo que no habrá más pagos.

Hay que esperar al informe de la troika -Comisión Europea (CE), Banco Central Europeo (BCE) y Fondo Monetario Internacional (FMI)-, insistió, aunque añadió que, personalmente, es «más que escéptico» sobre la posibilidad de que Atenas pueda cumplir los compromisos adquiridos.

«Si Grecia no puede cumplir los compromisos, no habrá más pagos», sostiene Rösler, lo que implicará que Grecia entrará en la insolvencia.

Las declaraciones del líder del Partido Liberal (FDP) siguen a la categórica negativa de su correligionario y titular de Exteriores, Guido Westerwelle, a cualquier renegociación de los acuerdos con Grecia.

Se percibe «un deseo» de Grecia de «negociarlo todo de nuevo», apuntó Westerwelle en declaraciones al popular diario «Bild», para zanjar que, por encima del deseo de su Gobierno de que siga en la zona euro, «no aprobaremos» ningún cambio sustancial en los compromisos adquiridos por Atenas.

Paralelamente a estas declaraciones de los socios liberales de Merkel, desde la asimismo gubernamental Unión Socialcristiana de Baviera (CSU) se proponía un regreso «suave» al dragma.

«El Estado griego debería empezar a pagar la mitad de los sueldos de sus funcionarios, las jubilaciones y otros gastos en dracmas», apuntó el secretario general de la CSU, Alexander Dobrindt, en declaraciones hoy al dominical «Welt am Sonntag».

En opinión del político, de la formación hermanada a la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel, esta forma «suave» de regresar a la antigua moneda sería mejor para Grecia «que un corte radical».

Dobrindt estima que una fórmula de «moneda paralela» desatascaría el crecimiento, al tiempo que propone elaborar en paralelo una «hoja de ruta» para organizar la salida de Grecia de la zona del euro.

A todo esto, el semanario «Der Spiegel» difundía asimismo este domingo una información según la cual el FMI se plantea detener su aportación a las ayudas a Grecia, lo que abocaría al país heleno a la insolvencia a partir del próximo septiembre.

De acuerdo con ese medio, el FMI ha advertido ya a la cúpula de la Unión Europea (UE) de que su paciencia con Grecia se ha agotado y de que, por tanto, no participará con nuevas aportaciones.

Las informaciones en el semanario, cuya edición saldrá a la venta el lunes, se remiten a las evaluaciones que lleva a cabo la troika -a la que se espera la próxima semana en Atenas-, y que se prevé haya concluido su informe en septiembre.

De acuerdo con estas evaluaciones, el FMI considera que Atenas no estará en disposición de cumplir el compromiso de rebajar para 2020 al 120 % de su Producto Interior Bruto (PIB) su nivel de endeudamiento.

Conceder al país un plazo mayor implicaría nuevas inyecciones financieras por un monto de unos 50.000 millones de euros, a lo que muchos países de la UE no están dispuestos, apunta el semanario.

Ese medio considera también que, hoy por hoy, el peligro de un abandono griego del euro es «asumible» por parte de algunos miembros de la zona del euro y se cuenta que se podría evitar un contagio con el nuevo fondo permanente de rescate, el MEDE.

Dicho fondo permanente está pendiente aún de ratificación en Alemania, a la espera de que el Tribunal Constitucional se pronuncie sobre las demandas en curso, lo que está previsto para el 12 de septiembre. EFE