Representantes del Gobierno se reúnen estos días con potenciales donantes que cooperen con la iniciativa Yasuní.
“Es el único lugar del planeta que nunca se ha visto afectado por el cambio climático, ni siquiera en la última glaciación, hace 12 mil años, porque está en una zona especial: justo en la intersección de la cordillera andina y la línea ecuatorial”, explicó la coordinadora del proyecto Yasuní-ITT, Ivonne Baki.
Esta iniciativa tiene como objetivo conservar intacta una de las zonas de mayor biodiversidad del planeta, que se encuentra en el corazón del Amazonas y alberga los dos pueblos en aislamiento voluntario del Ecuador, los Tagaeri y los Taromenane.
Bajo esta zona se ocultan unos 846 millones de barriles de petróleo en el campo ITT (Ishpingo-Tambococha-Tiputini), equivalentes al 20 % de las reservas del país.
Para ello, Ecuador busca recaudar entre la comunidad internacional al menos 3.600 millones de dólares, equivalentes al 50 % de los recursos que calcula que percibiría en caso de optar por la explotación petrolera de esta región, algo que dañaría notablemente ese ecosistema.