5 jul (EFE).- La FIFA dio hoy un paso decisivo en la modernización del fútbol al aprobar el uso de la tecnología en la línea de gol, una medida que puede acabar con una de las jugadas más polémicas de los partidos, el llamado tanto «fantasma».
El International Football Association Board (IFAB), el organismo responsable del reglamento del fútbol, ha acordado hoy por unanimidad en la sede de la FIFA en Zúrich (Suiza) el uso de esta tecnología.
Tras nueve meses de pruebas, que comenzaron en agosto de 2011, la IFAB ha acordado, también por unanimidad, recurrir a la tecnología de las empresas ‘GoalRef’ (un chip alojado en la pelota) y ‘Hawk-Eye’ (cámara ojo de halcón).
Esta aprobación queda pendiente de una prueba final de instalación en cada estadio antes de que los sistemas puedan ser utilizados en partidos ‘reales’ de fútbol, según la FIFA.
La IFAB explica que esta tecnología se usará sólo para la línea de gol y no en otras áreas del terreno de juego.
La nueva tecnología empezará a utilizarse en el Mundial de Clubes de Tokio, así como en la Copa de las Confederaciones de Brasil de 2013 y en la Copa del Mundo de Brasil de 2014.
Asimismo, la IFAB ha aprobado, también por unanimidad, la figura de los ‘árbitros asistentes adicionales’, tras dos años de pruebas en la Liga de Campeones, la Liga Europa y la Eurocopa 2012, así como en competiciones en Brasil, Francia, Marruecos y Catar.
La IFAB está integrada por las cuatro federaciones británicas (Inglaterra, Escocia, Irlanda y Gales), que tienen un voto cada una, y la FIFA, que posee cuatro votos en nombre de todas las asociaciones afiliadas.
El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, que en principio era reacio a la aplicación de la tecnología en la línea de gol, cambió de parecer en la Copa Confederaciones de Sudáfrica 2009 y en el sucesivo Mundial.
En la final de la Copa Confederaciones de 2009 entre Brasil y Estados Unidos, un remate de cabeza de Kaká pudo entrar en la portería de Howard, pero éste sacó la pelota, que dio en el larguero, antes de que la atrapara definitivamente. El gol hubiera supuesto el empate a dos. La polémica se atenuó porque la «verdeamarilla» ganó 3-2.
Este «gol fantasma» tuvo una sucesión en el choque de octavos del Mundial de Sudáfrica entre Inglaterra y Alemania. Con el 2-1 en el marcador, al final del primer tiempo, un remate de Frank Lampard dio en el larguero y botó claramente dentro de la portería alemana. Los ingleses se lanzaron a celebrar la igualada, pero el árbitro no concedió el tanto.
La fortuna le devolvió el favor a Inglaterra en la reciente Eurocopa, en el duelo con Ucrania de la fase de grupos. Corría el minuto 62 del partido, remató Marko Devic y la hinchada amarilla se disponía a gritar el empate de Ucrania cuando John Terry sacó el balón, que había rebasado por completo la línea de gol. El gol no subió al marcador y a Inglaterra le valió el tanto que había marcado antes Wayne Rooney.
Este error arbitral hizo que Joseph Blatter proclamara que la tecnología en la línea de gol «no es una posibilidad, es una necesidad».
El planteamiento de la FIFA para empezar a utilizar la tecnología y evitar posibles goles «fantasma» es que el sistema cumpla los principios de certeza al cien por cien y de inmediatez, con comunicación interna para los árbitros.
El danés Claus Bo Larsen fue el primero en utilizar la tecnología en la línea de meta para resolver dudas sobre los goles «fantasma» durante la Copa Mundial de Clubes de la FIFA 2007 en Japón.
«Todo fue bien. Para mí es una solución ideal instaurar este sistema», dijo Larsen en alusión al sistema probado en aquel torneo por el que cuando la pelota rebasa la línea de meta aparece la palabra «gol» en el reloj digital del árbitro, que emite a la vez una señal sonora.
Los goles «fantasma» forman parte de la historia del fútbol. Además de los citados, el más trascendental fue el de Geoffrey Hurst en la prórroga de la final de Wembley del Mundial de 1966 entre la anfitriona Inglaterra y Alemania.
En el minuto 101, un disparo de Hurst se estrelló en el larguero de la portería alemana y botó sin traspasar el marco. El árbitro suizo Gotffried Dienset consultó con el juez de línea y concedió gol. Era el 3-2, preludio del 4-2 definitivo.
A España le ocurrió en México 1986 con Brasil como rival. Un disparo de Michel botó dentro de la portería tras ser repelido por el larguero. El árbitro australiano Bambridge no validó el tanto pese a las protestas de los españoles. El brasileño Careca marcó luego el único tanto del encuentro de la fase de grupos. EFE