(EFE).- Julio César Falcioni tendrá a sus 55 años el desafío más grande como entrenador: lograr el título de Copa Libertadores con Boca Juniors, que sería su primero a nivel internacional en una competencia que le ha sido esquiva en su vida.
Falcioni buscará sacarse una gran espina que tiene con este torneo, ya que con 77 encuentros en la Libertadores, es el argentino con más presencias en este certamen continental como jugador.
Exguardameta, con debut profesional en Vélez Sársfield, cumplió gran parte de su carrera como futbolista en Colombia hasta llegar a transformarse en uno de los referentes del América de Cali.
Considerado el mejor guardameta extranjero en la historia del fútbol profesional colombiano, ‘el Pelusa’ fue campeón cinco años seguidos a nivel local (entre 1982 y 1986) y alcanzó tres finales consecutivas de la Copa Libertadores entre 1985 y 1987, pero sin poder lograr el título con el conjunto caleño.
Antes, entre 1976 y 1980, formó en Vélez Sársfield y en el último año tuvo su primera participación como jugador en la Copa Libertadores, donde disputó once encuentros.
En 1980 hizo historia al atajar para el conjunto de la ciudad de Liniers, dos penaltis a Diego Armando Maradona en el torneo local.
Ya en el fútbol colombiano, Falcioni sumaría otros 66 encuentros en la Copa Libertadores: 10 (1983), 6 (1984), 13 (1985), 12 (1986), 14 (1987) y 11 (1988).
En su regreso al fútbol argentino, Falcioni jugó en Gimnasia Esgrima La Plata (1990), Vélez Sársfield (1991) y volvió a Colombia en 1992 para colgar los guantes con el Once Caldas.
Luego de probar suerte como periodista deportivo, encaró su carrera de entrenador, y tuvo como escuela las divisiones inferiores de Atlanta, en ese mismo fútbol argentino dónde sólo había disputado 39 partidos como futbolista.
Un inicio en Vélez Sársfield (1998-2000) sumado a un ascenso con Olimpo de Bahía Blanca a la primera división (2002) fueron sus primeros pasos como entrenador.
En Banfield tuvo dos etapas, primero con una histórica clasificación a la Copa Libertadores. En la segunda alcanzó el primer y único título local en la historia del club (2009).
Con pasos por Independiente (2005), Colón de Santa Fe (2006), Gimnasia y Esgrima La Plata (2007), el 22 de diciembre de 2009 aceptó el máximo desafío de su historia como entrenador del Boca Juniors.
Los condujo invicto al título del Torneo Apertura 2011, con la valla menos vencida en la historia de los torneos cortos y doce puntos de diferencia con respecto al subcampeón.
Entrenamientos a puertas cerradas, charlas técnicas breves, amante de la táctica y obsesivo del trabajo, Julio César Falcioni se define como un técnico constante que ahora ocupa «el lugar más codiciado del fútbol argentino».
Con su continuidad en suspenso, tendrá el miércoles, en el estadio Pacaembú, la posibilidad de sacarse una espina: conquistar como técnico su primera Copa Libertadores, la que le fue esquiva como jugador. EFE