Sáb. Nov 23rd, 2024

Los hombres de acero también se quiebran. Rambert Vera se fracturó el quinto metatarsiano del pie derecho, tras una soberbia actuación el jueves en Ponciano en la deslumbrante victoria de la ‘U’  ante Vélez Sarfield, ganando el derecho a jugar la semifinal de la Copa Sudamericana ante el River uruguayo, que dejó lanzado en la cuneta al San Lorenzo de Almagro, que comanda el ‘Cholo’ Diego Simeone.
La complicada dolencia del paraguayo es una terrible noticia para Liga. En tres meses estará de vuelta, tras la dolorosa intervención  quirúrgica a la que fue sometido el sábado en horas de la noche. “Fue una fractura por estrés. Es decir por fatiga”, se apuró a decir Juan Barriga, jefe del cuerpo médico de Liga. El infatigable guerrero del medio sector albo, sintió las molestias cuatro minutos antes de que finalizara el cotejo ante Vélez, pero nada pudo hacer Fossati, porque a esa altura ya había agotado todos los cambios. En el campamento de la ‘U’ la noticia cayó como una puñalada. Para nadie es desconocido que el regreso del bravo paraguayo, devolvió la mística y el temperamento ganador a la escuadra universitaria. Fue la carta de éxito para Fossati que logró acomodar las piezas con acierto, apuntalado en la soberbia categoría del guaraní, que indiscutiblemente es la gran figura del equipo, aun con mayor lustre que el ‘Taca’ Bieler. Rambert tiene una importancia superlativa en el engranaje colectivo.  Lo demostró el jueves ante los pupilos del ‘Tigre’ Gareca.
Empuñó la bandera de la reacción para voltear el resultado de un partido que venía con la mano cambiada, después de una furibunda actuación de los argentinos en la primera parte, con ventaja en el marcador incluída, que puso los pelos de punta y en el corazón en la boca a los hinchas albos.  Su gol de cabeza devolvió el alma al cuerpo y la corajeada y el cabezazo de Espíndola, otro templado guaraní, provocaron la locura colectiva en las gradas de la ‘Casa Blanca’. A esa altura de la noche victoriosa en un partido memorable, ajustado, rico en emociones y en calidad, los hinchas de Liga ya se frotaban las manos, pensando sin escalas en la final y en levantar la Copa Sudamericana. El deseo dio un duro vuelco 48 horas más tarde al confirmar la lesión del Rambert. Está visto que su ausencia será muy sentida. La garra y la fe estarán descansando en la cama de un hospital.

Por: Raúl Cruz Molina

Por ccarrera