28 jun (EFE).- Italia, ganadora hoy de su semifinal frente a Alemania (1-2), será el rival de España en la final de la Eurocopa 2012 del próximo domingo en el Olímpico de Kiev, el lugar de reencuentro entre dos equipos que empataron en la primera fase en un duelo que mostró la brillante renovación de estilo de la ‘azzurra’.
En su novena participación en el torneo ha prescindido del ‘catenaccio’ por una apuesta más ofensiva con Cesare Prandelli al mando de un equipo con la imaginación y la calidad de Andrea Pirlo, con Claudio Marchisio, Daniele De Rossi y Ricardo Montolivo en el medio o la movilidad de Mario Balotelli y el talento de Antonio Cassano en ataque, además de la tradicional seriedad defensiva.
El portero Gianluigi Buffon completa la nómina de estrellas de la selección italiana, que afronta una gran oportunidad de recuperar el crédito perdido en el último lustro, resumido sin éxitos ni títulos desde que conquistó el Mundial de Alemania 2006, cuando se impuso a Francia en la final del torneo en la tanda de penaltis.
No pasó de cuartos de final en la Eurocopa de Austria y Suiza 2008, en la que fue eliminada en los lanzamientos desde los once metros por España, y protagonizó una actuación decepcionante en el Mundial 2010, del que se despidió en la primera fase sin triunfos en un grupo con Nueva Zelanda, Paraguay y Eslovaquia.
La eliminación en la Eurocopa 2008 estará en su recuerdo cuando se enfrente a España en el estadio Olímpico de Kiev, donde saltará al terreno de juego el próximo domingo después de una trayectoria firme en la ronda de clasificación, con ocho victorias y dos empates en diez partidos, y en la fase final de la competición continental.
El equipo ‘azzurro’ igualó con España en el estreno en el estadio Arena de Gdansk (1-1), con un gol de Antonio Di Natale y el empate de Cesc Fábregas, resolvió con tablas su enfrentamiento con Croacia en la segunda jornada (1-1) y superó a Irlanda por 2-0 para finalizar en la segunda posición del cuarteto.
Su notable campeonato continuó en las eliminatorias. Si en cuartos superó a Inglaterra con merecimiento, aunque necesitó los penaltis para lograr la clasificación, hoy superó las semifinales contra Alemania, una de las grandes favoritas, con dos goles de Mario Balotelli, ambos en la primera parte del encuentro.
Su importante palmarés, con un trofeo europeo, en 1968, y cuatro Mundiales (1934, 1938, 1982 y 2006) le dan, además, esa experiencia competitiva siempre necesaria para cualquier final, la más inmediata el próximo domingo en el estadio Olímpico de Kiev, el siguiente reto de la Italia renovada brillantemente por Cesare Prandelli. EFE