Esto resulta bastante contradictorio, resulta que ahora el presidente de la república ordenó a sus ministros que no concedan entrevistas a los medios privados. Esto muy en contra de los principios de igualdad y revolución que siempre ha promulgado.
Se supone que la verdadera lucha se la da desde la trinchera misma, es decir, como espera que la opinión y las versiones del régimen sean escuchados, si cerrarán toda puerta posible al diálogo.
Quizá haya caído en la misma deficiencia que la oposición política, en el sentido de simplemente atacar a los contrarios sin mayores argumentos. Ahora resulta que viviremos entre dos realidades mucho más marcadas, las que nos pintarán los medios públicos y lo que querrán decir los privados. Esto será más confuso para muchos.