14 jun (EFE).- La selección de Portugal volvió hoy a entrenar después de vencer ayer a la de Dinamarca (3-2) con las miradas puestas en el capitán luso, Cristiano Ronaldo, cuyas declaraciones sobre el argentino Leo Messi han deslucido el triunfo luso.
Un día lluvioso recibió a los 22 seleccionados por Paulo Bento -el lateral del Braga Miguel Lopes no se ejercitó por estar con gripe- a su regreso a Opalenica, Polonia, después de jugar en la ciudad ucraniana de Lviv.
Apenas 15 minutos del entrenamiento fueron abiertos a los periodistas, que buscaron nuevas pistas sobre la situación anímica de Ronaldo. El astro del Real Madrid, casualidad o no, trabajó en el extremo más alejado de los objetivos de las cámaras.
Su «¿Sabe dónde estaba Messi en esta altura? ¿Lo sabe? Estaba siendo eliminado en la Copa América en el país de él» ha traído cola.
El semblante de Ronaldo no traslucía ninguna sensación especial. Participó con normalidad en los ejercicios con balón, charló con el central Bruno Alves y realizó sus habituales pinitos con el cuero.
Sin embargo, el ambiente que se respiraba entre la prensa destacada con la selección lusa estaba enrarecido.
Muchos periodistas lusos comentaron la inoportunidad de unas manifestaciones como ésas cuando Portugal había logrado tres vitales puntos ante Dinamarca, que le acercan a los cuartos de final de la Eurocopa.
Reproches al pique que mantiene con el argentino Messi por llevarse el Balón de Oro, a su incapacidad de liderar y a su inmadurez se escucharon en el cuartel general luso.
Cristiano Ronaldo está negado ante el gol con su selección. El último que facturó fue el pasado noviembre cuando contribuyó a la abultada victoria ante Bosnia (6-2) en la repesca para la Eurocopa.
De aquello ya han pasado siete meses y cinco partidos. Una sequía que no tiene parangón en su carrera al servicio del Real Madrid.
El futbolista nacido en Madeira hace 27 años no se acostumbra al desacierto ni a la falta de protagonismo. «Tengo derecho a fallar como mi compañero también puede. Es obvio que quería marcar como siempre», recordó ayer cuando le preguntaron por sus errores.
Ante los daneses, el extremo del Manchester United, Nani, fue mucho más determinante que Ronaldo. «Para mí ha sido un partido muy emocionante», lanzó el luso-caboverdiano. No pareció serlo tanto para el «siete» de la selección lusa.
«No estoy preocupado. Será lo que Dios quiera. El equipo ganó, yo estoy bien, di lo máximo y los goles son un complemento, por eso estoy tranquilo que van a aparecer. Lo importante es que el equipo ganó y estoy satisfecho», manifestó en la zona mixta de Lviv.
Sin embargo, su reacción a la pregunta sobre los gritos de Messi fue menos política. En tono desafiante, cortó la cuestión de un periodista portugués a la mitad. «¿Qué me va a afectar Messi?», concluyó.
Los detractores de Ronaldo apuntan a que el jugador del Real Madrid no tiene la capacidad de liderar un vestuario que tuvieron otros capitanes de selección de talla como Luis Figo, Nuno Gomes, Jorge Costa, Fernando Couto o Vítor Bahía.
En el Real Madrid, el portugués parece sentir que el peso de la responsabilidad está más repartido, pues la autoridad emana de los veteranos Iker Casillas, Sergio Ramos y Xabi Alonso.
Para muchos, el propio Nani e incluso el central del Real Madrid, Pepe, han mostrado más calidad de líder que el propio Ronaldo.
Ayer, el defensa merengue fue el que más incentivó a sus colegas cuando fallaron y dejó en evidencia ciertas actitudes del capitán luso, que censuró a varios de sus compañeros en el transcurso del partido. EFE