Ayer en Irak, varios ataques cobraron la vida de peregrinos chiítas. El hecho fue perpetrado con 20 coches bomba.
Al menos 67 personas murieron ayer y más de 200 resultaron heridos en una sucesión de atentados contra objetivos chiíes y kurdos en Irak, la mayor cadena de ataques que ha sufrido el país desde que comenzó el 2012.
Una veintena de coches bomba y varios artefactos estallaron en ocho de las dieciocho provincias iraquíes, informaron a Efe fuentes policiales, que detallaron que los atentados se registraron en Babel (centro), Diyala (este), Kerbala (sur), Salahedín (norte), Kirkuk (norte), Nínive (norte) y Al Anbar (oeste) y Bagdad.
La mayor parte de los ataques afectó a peregrinos chiíes que se dirigían a pie desde distintos puntos del país al mausoleo del imán Musa al Kazem, situado en el barrio septentrional bagdadí de Al Kazamiya, para cumplir con la peregrinación anual a este lugar.
El atentado más sangriento tuvo lugar la localidad de Al Hila, capital de la provincia de Babel situada a unos 100 kilómetros al sur de Bagdad, donde al menos veinte personas fallecieron y cuarenta más resultaron heridas.
La violencia contra chiíes y miembros de las fuerzas de seguridad ha repuntado en Irak desde finales del pasado año, fecha que coincide con el repliegue de la mayoría de las tropas estadounidenses desplegadas en territorio iraquí desde el inicio de la invasión de este país, en marzo de 2003. Por el momento, ningún grupo ha asumido la autoría de la cadena de atentados. EFE
kurdo Yalal Talabani pide diálogo
El presidente de Irak, kurdo Yalal Talabani, pidió el martes a las distintas fuerzas políticas que emprendan “un diálogo civilizado” y apliquen los acuerdos suscritos para superar la crisis. En un comunicado, el mandatario subrayó la necesidad de reactivar las conversaciones e intensificar los esfuerzos para “hallar una solución a las diferencias”.