El segundo planeta realizó su tránsito planetario alineado con el Sol y la Tierra. Este fenómeno fue el último de este siglo.
Venus se interpuso el martes entre el Sol y la Tierra dejando ver su silueta deslizarse lentamente sobre la superficie del astro rey, un fenómeno que ayudará a los científicos a recopilar datos sobre el tránsito de los planetas y que no se repetirá hasta 2117.
Tal y como estaba previsto, Venus apareció tímidamente como un pequeño lunar recorriendo el disco dorado solar ante los cientos de miradas de científicos y aficionados que le esperaban para seguir su trayecto que duró alrededor de siete horas.
El fenómeno fue retransmitido por la NASA en directo, y fue visto en casi todo el planeta excepto en África y gran parte de América del Sur. La mejor vista tuvieron los países de Asia del Este y del Pacífico Occidental, que pudieron ver el recorrido completo.
América del Norte, Centroamérica y el norte de América del Sur (Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela) pudieron ver el inicio en torno a las 17h03, antes del atardecer, mientras que la mayor parte de los países de Europa, Oriente Medio y Asia del Sur vieron la última etapa al amanecer de ayer.
Este fenómeno, tránsito planetario, tiene lugar cuando el Sol, Venus y la Tierra se alinean en ese orden, de forma que el planeta bloquea parte de la luz que emite la estrella, sin llegar a ser un eclipse ya que la porción que cubre es muy pequeña. EFE
Un fenómeno poco frecuente
El Sol, Venus y la Tierra se alinean en raras ocasiones debido a que las órbitas alrededor del Sol de estos planetas están ligeramente inclinadas la una respecto a la otra y llegan a desincronizarse.
Eso es lo que hace que sea un fenómeno poco frecuente que se ve dos veces seguidas cada siglo con una diferencia de ocho años entre uno y otro y no vuelve a repetirse hasta 105 años después.