El jugador afro-italiano Mario Balotelli, que jugará con la selección de su país en la Eurocopa, lanzó polémicas advertencias ante posibles actos de racismo durante la competencia.
El controversial delantero del Manchester City afirmó en días pasados que no tolerará más hechos de racismo, durante su participación junto a la Selección de Italia en la Eurocopa, que iniciará el próximo 8 de junio.
El jugador de 21 años, hijo de ghaneses, recibió insultos racistas cuando jugaba en el Inter de Milán en 2009, en un partido contra la Juventus. En ese entonces, Balotelli ignoró estas agresiones. “Fingía no ver nada, quería jugar, era joven, tenía que haberle dicho al árbitro. Pero ahora, si me volviera a suceder me iría del terreno de juego, me marcharía a casa, estamos en el año 2012, esto no puede volver a ocurrir ”, indicó el futbolista.
Ésta no fue la única agresión que recibió Balotelli, ya que algunos aficionados le lanzaron plátanos, en un bar de Roma. “Es algo que no soporto, si alguien tira plátanos, yo iría a la cárcel porque lo mataría”, sentenció el temperamental jugador.
Estas declaraciones se deben al temor ante posibles actos racistas durante la competición. Y es que la cadena de televisión BBC emitió la semana pasada un programa que evidencia la persistencia de algunos grupos racistas neo nazis en Polonia y Ucrania, sedes del certamen continental.
Las imágenes de aficionados haciendo el saludo nazi e imitando el sonido de un mono cuando jugadores negros tienen el balón acrecentan la preocupación de que estos lamentables hechos se repitan durante la Eurocopa.
Tanto es el riesgo sobre estos ataques racistas que el propio gobierno británico ha advertido a los hinchas afrodescendientes y otras minorías étnicas que eviten ir a ver los partidos. Algunos jugadores ingleses como Sol Campbell han hecho eco de esta advertencia. “Quedaos en casa, seguid los partidos por la televisión, no os arriesguéis, podéis regresar en un ataúd”, aseguró el ex capitán de Inglaterra.
Asimismo, Theo Walcott y Alex Oxlade-Chamberlain, han declinado la posibilidad de viajar al torneo.
Al parecer, la violencia es insostenible en estos países. Sin embargo, los organizadores desmienten que la situación sea tan grave. Por ejemplo, Donald Tusk, primer ministro de Polonia, declaró que el riesgo por posibles actitudes racistas durante el torneo había sido exagerado.
“Nadie que vaya a venir a Polonia estará en peligro por su raza. Aunque no se suelen señalar incidentes de similares en otros países, sabemos que ocurren. En Polonia son algo poco común”, aseguró Tusk, y además ratificó que habrá un estricto control en cada uno de los espectáculos deportivos.