26 may (EFE).- El estadio Centenario, el más importante de Uruguay y monumento del fútbol mundial, fue cerrado para mejorar el campo de juego de cara al partido entre Uruguay y Venezuela del próximo 2 de junio correspondiente a la quinta jornada de las eliminatorias sudamericanas de la Copa del Mundo Brasil 2014.
El seleccionador uruguayo, Oscar Washington Tabárez, advirtió hace dos semanas a las autoridades de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) sobre el mal estado del campo de juego y pidió que se hicieran esfuerzos para mejorarlo.
El mal estado del campo «empareja para abajo y complica la intención de jugar buen fútbol», destacó el segundo entrenador de la plantilla uruguaya, Celso Otero.
Además, los futbolistas celestes «están acostumbrados a jugar en muy buenos campos» y el estado actual del Centenario «nos perjudica a todos», agregó.
La casi totalidad de los futbolistas de la selección uruguaya juegan en equipos del exterior, la mayoría en Europa donde los campos suelen estar en muy buena forma.
El campo del estadio Centenario sufrió en las últimas semanas una seguidilla de partidos que lo deterioraron.
Debido a ello se decidió un trabajo de mejora que incluyó la siembra de nuevo césped y cubrir el campo con una lona especial para permitir el pasaje de luz pero evitar la humedad ambiente que en muy alta en el otoño.
Además, se trasladó a otro escenario el partido que debían disputar este fin de semana Rampla Juniors y Peñarol por el torneo Clausura local.
El estadio Centenario fue escenario de la primera Copa del Mundo en 1930 y por ello hace varias temporadas la FIFA lo declaró Monumento del Fútbol Mundial.
La selección uruguaya recibirá el 2 de junio a Venezuela y el 10 de junio a Perú en la quinta y sexta jornada, respectivamente, de las eliminatorias sudamericanas de la Copa del Mundo.
Los celestes, ganadores de la última Copa América en Argentina 2011, suman 7 puntos con tres partidos disputados y lideran la clasificación.
Argentina y Venezuela también tienen 7 unidades pero con cuatro partidos jugados. EFE