El cantante y su asistente, la que además ha sido su novia durante los últimos cinco años pasaron por el altar. Gran sorpresa.
Un sábado para no olvidar es el que protagonizó Alejandro Sanz quien reunió este fin de semana a algunos de sus amigos y sus familiares directos para una doble celebración.
El cantante había anunciado que ese día bautizarían en su finca de Jarandilla de la Vera a su hijo Dylan. A ese lugar llegaron todos con sus regalos para el bebé y ganas de disfrutar del día. Lo que no imaginaban es que iban a vivir una doble celebración ya que Alejandro Sanz aprovechó la convocatoria para contraer matrimonio con su pareja y madre de su último hijo, Raquel Perera, la mujer que más ha cuidado del artista y seguramente quien mejor le conoce.
Su relación comenzó como algo profesional dado que Raquel sustituyó a la anterior asistente personal de Sanz y desde entonces se convirtió en sus pies y en sus manos.
Gracias a Raquel, Alejandro superó incluso algunos problemas físicos que tenía y a su lado encontró fuerzas para encajar la muerte de su padre y muy recientemente la de su madre, golpe del que aún se tambalea. Este sábado Alejandro deseó a sus seguidores de Twitter que tuvieran un “feliz sábado” y es que él sí tenía motivos para festejar. Con su gente entre los que se encontraban sus amigos Elena Tablada, Pepe Barroso y hasta la azteca Paulina Rubio; Sanz y Raquel se prometieron amor eterno y se emocionaron cuando su hijo recibió las aguas bautismales en una ceremonia donde no faltaron las lágrimas por el recuerdo de los que ya se han ido.