Ayer Rafel Correa celebró los 190 años de la Batalla de Pichincha en la Cima de Libertad y se refirió duramente a la opocisión.
Ayer el presidente ecuatoriano Rafael Correa, en conmemoración de los 190 años de la Batalla de Pichincha, asistió al cambio de guardia en la Cima de la Libertad, al sur de Quito, lugar estratégico desde donde se domina una panorámica casi completa de la capital ecuatoriana, y que se encuentra tendida a los pies del Pichincha.
La entrada del emblemático sitio en que cayó derrotado el ejército realista dirigido por el General Aymerich, lucía con ofrendas florales de la Asamblea Nacional, la Vicepresidencia de la República, de los cuerpos diplomáticos de Bolivia, Venezuela, Colombia y Perú, entre otros países vecinos.
Uno a uno y a caballo, los soldados que representaban a las distintas divisiones hicieron su desfile por donde antes trashumaron a Antonio José de Sucre, Abdón Calderón y miles de soldados más. Igual que ellos la vieron en su tiempo, antes y después de la victoria, la bandera tricolor flamear imponente en la histórica montaña.
Posteriormente, el presidente Correa puso énfasis en el tema de la libertad y se refirió a las mentiras repetidas por parte de los medios de comunicación y fustigó a la oposición que critica las políticas gubernamentales a base de mentiras. «Mientras yo sea presidente, libertad para todos, abusos para nadie», agregó el jefe de Estado.