Es inadmisible que una funcionaria de gobierno no haya podido viajar a los Estados Unidos porque le fue negada la Visa, y apoyamos el reclamo formal de la cancillería en este sentido. Pero esto nos hace reflexionar en algo más, quizá nosotros también deberíamos tener un derecho exclusivo de admisión.
Pues nuestro país tiene los brazos abiertos a propios y extraños sin mayores controles. ¿Cuál es la diferencia entre EE.UU. y nosotros? que somos gente amable a pesar de los abusos en contra nuestra. Quizá sea hora de dejar esa imagen de sometidos y poner las reglas claras en el juego de las relaciones internacionales. Así nos evitaríamos muchos malestares, quizá solo sea cuestión de hacer respetar más nuestra soberanía y derechos como ciudadanos del mundo.
