El presidente francés, François Hollande, y el nuevo Gobierno encabezado por el primer ministro Jean-Marc Ayrault, acordaron ayer bajarse el sueldo un 30%. Se trata de una de las promesas que hizo Hollande y se une a la firma de un código deontológico dirigido a evitar el conflicto de intereses entre los miembros del nuevo Gobierno.
El código pide la renuncia a puestos ejecutivos, el rechazo de regalos que tengan un valor superior a 150 euros, o la elección del tren como medio de transporte en desplazamientos que sean inferiores a tres horas.